El indeseable

Por Ángel Humberto Tarquino

Apelando al dicho popular según el cual “el que la debe la teme”, la vida de Uribe Vélez se ha convertido en una verdadera pesadilla por los fantasmas de centenares de miles de muertos que gravitan sobre su conciencia, dejados a su paso durante los dos mandatos que él ejerció, los que gobernó en cuerpo ajeno encarnado en su hijo putativo Juan Manuel Santos, y el tercero, con el que finalizará su tristemente célebre periodo, también en cuerpo ajeno con Iván Duque, y que concibió desde los oscuros laberintos del poder y del “Ubérrimo”.

Ello explica en cierto modo, la reciente e indeseada visita de Uribe Vélez a Soacha, promovida y organizada a hurtadillas por el exconcejal, excandidato a la alcaldía, ex pastor y próximo ex candidato a la cámara por el Centro Democrático Andrés Jaramillo, que no solo representa una agravio más a las víctimas de los falsos positivos y a sus familias, sino que muestra la intención perversa y el verdadero desespero del aspirante a la cámara como del exmandatario, de aferrarse a las ruinas de su obra, en un abierto desafío a la memoria de las víctimas de los falsos positivos, a la dignidad de sus familiares, y al respeto con los ciudadanos de Soacha.

Como los Anatolios que presumen de su arraigo de suachunos, Andrés Jaramillo aspira a representar a los indignados ciudadanos de Soacha, afianzado en la presencia furtiva y temerosa de un ex mandatario que experimenta en su nuevo rol de repartidor de volantes, el peor rechazo que haya recibido mandatario alguno en la historia política colombiana.

Andrés Jaramillo, luego de venderle su alma al diablo, pasó de hacer política en el reino celestial a ejercerla nuevamente en el rentable reino terrenal del poder sin la mayor vergüenza y con el mayor cinismo después de su fracasado intento por llegar al primer cargo del municipio en 2018, reapareciendo como por arte de magia con la fe de carbonero puesta en su ropaje de vulgar “camaleón político”.

El “frentero” gobernante, el domador de caballos, el todopoderoso innombrable, el que alguna vez ejerció el poder absoluto como cualquier advenedizo dictadorzuelo tropical venido a menos, elegido en virtud de la ignorancia de masa de desarrapados y de poderosas elites que lo han adulado como el salvador de la patria, lució patético durante su visita a Soacha, como seguramente lo hizo Luis XVI ante la proximidad del cadalso ante el inminente final de su poder absoluto

El indeseable, acompañado en su fugaz visita a Soacha por el aspirante a la cámara, salvador de almas y pescador de votos Andrés Jaramillo, declaró a la prensa en un fingido y vergonzoso acto de contrición que “nuevamente aparecía en su alma el dolor por los falsos positivos…que le dolían porque el propósito de su gobierno fue rescatar la seguridad de Colombia para que todos tuvieran libertades, tranquilidad, con total apego a los derechos humanos”.

Ojo con el # 1087985

ahtarquinog@gmail.com

*Las opiniones expresadas en este artículo de opinión son del autor y no de SOACHA ILUSTRADA.