Por Paula Pell
A veces te pueden pasar cosas horribles en la vida, tan horribles, que difícilmente puedes creerlas. Lucy tenía sólo tres años de edad, pero cuando escuchas lo que ha vivido, sin duda sentirás una bola de boliche en la boca del estómago. Fue recogida moribunda hace algún tiempo de las calles. Esa fue la primera vez en su vida que la gente se preocupó por su destino y la ayudó. Su salvador describe la vida de Lucy desde la perspectiva del perro.
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¡Hola mi nombre es Lucy! Fui rescatada de las calles de Bogotá, Colombia, donde viví en un hogar de crianza allá por cerca de seis meses antes de venir a los Estados Unidos. Antes de mi rescate fui golpeada salvajemente por mi ex dueño donde me rompió la nariz y la mandíbula. Ambas partes del cuerpo han curado ya, pero puesto que nunca recibí atención veterinaria no sanaron correctamente y me dieron un aspecto y carácter diferente. ¿Qué piensas?
Desafortunadamente no se puede hacer mucho por mi rostro a menos que rompan los huesos y los restablezcan de nuevo, no estoy segura de querer pasar por eso. Quienquiera que me hizo esto, también sacó algunos de mis dientes caninos por lo que no podía luchar contra los muchos perros machos que repetidamente se aparean conmigo cuando estaba en calor. Sí, lo sé, ésta es una manera terrible de vivir. Pero aunque fui utilizada como una máquina de cría, por mis estrellas de la suerte, de alguna manera me escapé. Deambulé por las calles, sola, embarazada, pero libre. Fue entonces cuando mi ángel me encontró.
Al examinarme los veterinarios encontraron que mi útero estaba retorcido y tenían que decidir si salvar a mis cachorros o a mí. ¡Ellos me eligieron! Estimaron que éste era mi quinto o sexto embarazo consecutivo, habiendo vivido toda mi vida, de tres a cinco años, en un hogar abusivo. Cuando los vecinos descubrieron que había sido rescatada, se acercaron a mi ángel y le dijeron que también era usada como un perro sumiso en varias peleas de perros para entrenar la agresión en los perros de combate. ¡Así que ves, nunca reaccioné, porque no soy una mascota peligrosa!
¡Afortunadamente algunas buenas personas se reunieron para traerme aquí y ahora estoy lista para encontrar un hogar para siempre con una gran familia! Soy un poco tímida con los extraños, pero nunca agresiva y sólo tiene que construir mi confianza con los perros y la gente. ¡De hecho, donde me quedo ahora, dicen que soy la cosa más dulce! Siempre lista para un buen frotamiento del vientre. Mientras mi pasado ha sido duro, no guardo rencores. ¡Típico de mi raza, sólo quiero vivir y divertirme!
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Usted no lo ve al principio, pero cuando usted mira en sus ojos puede detectar el alma maravillosa que existe detrás de ellos. Ella nunca fue una perra violenta, y siempre había guardado su corazón puro. Ella es una luchadora natural, que se mantuvo fiel a sí misma.