HISTORIA GRÁFICA DE SOACHA (83)-

Soacha Ilustrada hace un aporte a la reconstrucción de la historia del municipio de Soacha y pone a disposición de sus lectores su página de HISTORIA.

rosalynncarter

El 9 de junio de 1977 Colombia recibió la visita de la primera dama de Estados Unidos Rosalynn Carter. El centro de Bogotá prácticamente se paralizó debido a las fuertes medidas de seguridad implantadas por el Gobierno Nacional a raíz de esta visita.

Desde las primeras horas, calles y avenidas fueron vigiladas por la Policía, Ejército y agentes de seguridad. Varios batallones fueron sacados para patrullar la ciudad, la avenida Eldorado fue cerrada al tráfico de vehículos y a todo lo largo de la vía se hallaban grupos de agentes armados. El terminal de Eldorado fue desalojado y a la pista de la base aérea de CATAM sólo pudieron ingresar los vehículos de la comitiva de bienvenida.

Por las vías cercanas donde debía pasar la caravana de la señora Carter varios convoyes del Ejército armado con ametralladoras observaban el paso de los peatones ocasionales.

Los predios de la Universidad Nacional fueron militarizados, y en sus alambradas se observaban policías y soldados armados cada 20 metros. Previamente las universidades públicas (Nacional, Pedagógica y Distrital) fueron cerradas.

El transporte al centro de la ciudad de la señora Carter, fue hecho en un carro blindado que llevaba los vidrios totalmente cerrados y que avanzaba por las calles a gran velocidad precedido por un grupo de motociclistas de tránsito.

En toda esta paranoia y exceso de fuerza, digna de un país campechano del tercer mundo, es bueno resaltar la anécdota sufrida por la comisión encargada de conseguir un arbolito para que fuera sembrado simbólicamente por la ilustre visitante.

El “Ficus Tequendamae”

El árbol que la primera dama norteamericana, Rosalynn Carter  sembró en el parque Bicentenario y que simboliza la amistad y el entendimiento entre Colombia y los Estados Unidos, significó para los que lo consiguieron, una verdadera aventura que por poco ocupa las paginas judiciales  de los diarios ya que la comitiva estuvo a punto de ser asaltada por dos maleantes.

Antonio Barrera
Antonio Barrera

La expedición encargada de ubicar el “Ficus Tequendamae”, una especie prolífera en  extinción, salió de Bogotá a las siete de la mañana del sábado, cuatro de junio, rumbo al Salto de Tequendama en cuyos alrededores todavía es posible localizar  algunos de estos raros especímenes.

En un camión y dos automóviles particulares, la comisión compuesta por Alberto Villavieso, director del laboratorio del Jardín Botánico; Sally Grooms, directora Ejecutiva del Centro Colombo Americano; Erick Wiczler, arquitecto del parque Bicentenario; Antonio Barrera, conocido paisajista; dos obreros y  un chofer recorrieron detenidamente la zona aledaña al Salto hasta ubicar, sobre el abismo y en medio de algunas rocas, un árbol de tres metros de alto del tipo “Ficus Tequendamae

Después de tres horas de ardua lucha, la curiosa “expedición” comenzó, a “punta de pala”, la tarea de desenterrar el árbol que cinco días después sembraría en Bogotá la primera dama norteamericana, Rosalynn Carter.

Sally Grooms Cowal
Sally Grooms Cowal

Mientras algunos miembros del grupo se dedicaban a desenterrar el árbol,  dos de ellos decidieron acercarse a la carretera para buscar en lo posible otra especie que presentara, por cuestiones de ubicación, menos dificultades. Fue entonces cuando dos “sospechosos” como prefirió llamarlos Sally Grooms, directora del Colombo-Americano, se apearon de una flota e intentaron abordarla pensando de qué se trataba de una turista que no tenía ni idea de español.

Sin embargo, los dos sujetos vieron fallidas sus intenciones cuando la señora Grooms empezó a hablarles en español y, después de merodear por espacio de algunos minutos alrededor de los automóviles y del camión los maleantes se marcharon al comprobar que no estaba sola.

Sin embargo, -señaló Sally Grooms-, fue un día muy interesante en todos los aspectos”. Con el árbol, las palas y el temor del posible atraco y honda satisfacción, los “expedicionarios” del “Ficus Tequendamae” regresaron a Bogotá después de diez horas de búsqueda.

La primera dama norteamericana, Rosalynn Carter, pala en mano, siembra el “Ficus Tequendamae” en la plazoleta del Bicentenario, frente al Colombo-Americano, el alcalde Gaitán Mahecha la acompaña en esta siembra simbólica.
La primera dama norteamericana, Rosalynn Carter, pala en mano, siembra el “Ficus Tequendamae” en la plazoleta del Bicentenario, frente al Colombo-Americano, el alcalde Gaitán Mahecha la acompaña en esta siembra simbólica.

La primera dama norteamericana, Rosalynn Carter, pala en mano, siembra el “Ficus Tequendamae” en la plazoleta del Bicentenario, frente al Colombo-Americano, el alcalde Gaitán Mahecha la acompaña en esta siembra simbólica.

El arbolito

Días después y luego de varios actos protocolarios, la señora Carter, acompañada por el alcalde de Bogotá, Bernardo Gaitán Mahecha, y seguida por funcionarios, periodistas y guardias de seguridad, se dirigió a la glorieta del Bicentenario, que en esa época estaba en construcción, para sembrar el “Ficus Tequendamae”.

En realidad, el árbol ya estaba sembrado, ante lo cual ella dijo “Menos mal que ya alguien me estaba ayudando…” Tomó en seguida una pala y hecho un poco de tierra para acabar de cubrir el pequeño arbusto. Al concluir esta siembra simbólica recibió espontáneos aplausos de transeúntes que se habían detenido en la avenida 19 con carrera 3ª. Ella, sonriente, respondió la aclamación y subió al coche por trasladarse a la sede de la embajada.

Sin ninguna novedad, la esposa del presidente de Estados Unidos Jimmy Carter, salió del país a la 1 p.m. con destino a Venezuela, en cumplimiento de su gira por algunos países de Latinoamérica.

El “Ficus Tequendamae” o Caucho del Tequendama

Ficus tequendamae

Esta especie de Ficus fue descrita formalmente por primera vez en 1942, de ejemplares procedentes de los bosques aledaños al salto del Tequendama. De esta localidad ha recibido sus nombres científico y común. Sin embargo, se ha encontrado que su área de distribución es más amplia y abarca otras partes de la cordillera Oriental de Colombia, donde se extiende hasta el Caquetá. En los alrededores de Bogotá se desarrolla en la vertiente occidental de la cordillera, en la franja del bosque subandino y zona baja del andino, hasta unos 2800 metros sobre el nivel del mar.

Los ejemplares maduros de esta especie se cuentan entre los árboles más grandes de los bosques de montaña, ya que pueden alcanzar unos 40 m de altura y 2 m de diámetro del tronco. Sobre las ramas de estos viejos ejemplares se pueden observar numerosas orquídeas, bromeliáceas, helechos y otras plantas epífitas que las pueblan en abundancia.

Debido a su porte y belleza, el caucho del Tequendama se ha convertido en una importante especie ornamental y en la actualidad se lo planta mucho en parques, avenidas y jardines. Entre las características más ornamentales de la especie se cuentan sus atractivas hojas, las cuales son rígidas, de gran tamaño y tienen el envés completamente cubierto de pelos ferrugíneos (de color de óxido de hierro).

No ha sido catalogada como una especie amenazada. Sin embargo, puede estar en riesgo de extinción, ya que parece tener un área de distribución bastante restringida y la deforestación sigue reduciendo los bosques donde crecen los ejemplares silvestres.

Noviembre 27 de 2014

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