Horror, llegaron los “Urabeños” a Soacha

Por Henry Barbosa

La información publicada en la Revista Semana no podía ser más macabra, los “Urabeños” acaban de anunciar su llegada a Altos de Cazucá.

Según la información el grupo armado convocó a los líderes de algunos barrios de Soacha y les notificó que en adelante prestarían el “servicio de vigilancia” y para demostrar que la cosa es en serio no dudaron en asesinar  a un par de ladrones del sector. https://www.semana.com/opinion/articulo/la-gran-franquicia/345289-3

Como en la comunas de Medellín desde ahora, cuando estos individuos toquen la puerta de cada casa, todo el mundo tendrá que pagarles y pedirles permiso para moverse por sus calles.

De resultar cierta la información, las autoridades municipales y nacionales están en mora de tomar las medidas necesarias para que estos criminales no tengan éxito en su demencial propósito de asolar un territorio de por sí ya asolado por la criminalidad, la corrupción y el abandono estatal.

Los “Urabeños” ejercen soberanía en buena parte del territorio colombiano, no pasa un día sin que no sea noticia alguna de sus actividades criminales. Si por algún motivo se captura a un peligroso delincuente inmediatamente se nos revela que pertenecía a “Los Urabeños”.

Los “Urabeños” realizan todo tipo de atropellos a la población civil, atentados contra líderes de restitución de tierras y violaciones a los derechos de las comunidades especialmente afrodescendientes e indígenas, todo esto en desarrollo de sus acciones de guerra para proteger sus rutas de narcotráfico y el negocio del microtráfico en pueblos y ciudades, y como en todo negocio, río revuelto negocio de pescadores, su presencia y acciones es utilizado para obtener relevancia política y mantener privilegios en regiones donde la degradación política va de la mano con la miseria y atraso de sus pobladores.

A pesar de la lucha tenaz de la Policía y la Fiscalía que día a día están capturando a los más temidos cabecillas de este grupo, lo cierto es que los “Urabeños” se siguen expandiendo y hacen presencia en la tercera parte de los municipios de Colombia, según los registros de la Unidad Investigativa de Indepaz, al terminar el año 2011 su cobertura territorial abarcaba más de 347 municipios de 31 departamentos.

Hace pocos días Medellín fue exaltada como la ciudad más innovadora del mundo, distinción indudable que es motivo de orgullo para los antioqueños, pero que resulta paradójica con la tragedia que viven los habitantes de las comunas donde la violencia es pan de cada día.

La desindustrialización y el narcotráfico, el desempleo, la informalidad y la falta de oportunidades, arrojó a su población más pobre en brazos de los “Urabeños”. Amos y señores de las comunas, implantaron allí la estrategia del control militar del territorio heredada de los paramilitares, los “Urabeños” son dueños de las fronteras invisibles del microtráfico que se pelea metro a metro el mercado con un ejército de jibaros, drogadictos, sicarios y pandilleros organizados en bandas y combos de miles de miembros sin Dios ni ley.

Precisamente el 30 de mayo EEUU incluyó a los “Urabeños” entre las bandas criminales más peligrosas del mundo, lo que significa fuertes sanciones económicas para quienes se les compruebe que pertenecen a este grupo delincuencial.
Así las cosas, la bacrim de los “Urabeños” entra a la lista de las organizaciones delincuenciales más peligrosas del mundo, catalogados así por sus implicaciones en tráfico de drogas, asesinatos, masacres y acciones terroristas.

Es tal la peligrosidad de estos criminales que la notificación la realizó el propio presidente Barack Obama, por tal razón, considerar a los “Urabeños” como una simple banda de extorsionistas o vendedores de bazuco, es un error garrafal de las autoridades.

En Soacha se empieza a vivir y sentir el miedo y el terror, la gente no denuncia por temor, la ley del silencio impera por doquier, los pobres moradores, comerciantes y transportadores pagan las extorsiones mal llamadas “vacunas”, porque simplemente saben el riesgo que corren por no hacerlo. Los delincuentes han montado una “industria” rentable y lucrativa que con una simple llamada dictan el valor de la extorsión y a plena luz del día, cobran el valor que se les da la gana, solamente basta tener moto y pistola al cinto.

Nadie sabe muy bien quién es su jefe supremo, si es que en realidad existe tal figura, existe el mito y se murmura que hay poderes muy grandes tras los “Urabeños”, poderes con alcance nacional y con tentáculos en el Estado, la justicia y la política, peligrosísimo coctel que de ser cierto, los colombianos estaríamos más cerca del infierno que de la paz que todos anhelamos.

Henrybarbosa@outlook.com

Junio 30 de 2013