Soacha: Del ahogado el sombrero

Por Ángel Humberto Tarquino**

La reciente aprobación de la autorización de endeudamiento presentada por el mandatario local al Concejo Municipal por 120 mil millones de pesos que le permitan avanzar en la ejecución de diversos compromisos contenidos en el Plan de Desarrollo que buscan mitigar problemas que agobian a sus habitantes en diferentes sectores de la ciudad, suscitó y sigue suscitando un debate de lo gravoso que podría ser para las finanzas de la ciudad y la población dicho endeudamiento, o el bienestar que de él derivara para los ciudadanos si son invertidos con transparencia y eficiencia.

En todo caso, más allá de la aprobación de la que fue objeto dicha solicitud, lo que debe suscitar el interés de la ciudadanía es que esos recursos sean ejecutados y vigilados con celo por las Veedurías Ciudadanas, las Juntas Administradoras Locales y por supuesto por el Concejo Municipal, aunque este último control por parte de la coalición de gobierno parezca un chiste.

“Tatis” y Dany, dos furibundos alfiles del Saldarriaguismo que fungen como oposición al gobierno y que rechazaron y negaron el nuevo endeudamiento en una muestra fehaciente de su oscilante moral, dan palo puro y duro a sus antiguos colegas concejales, olvidando a conveniencia que durante el pasado gobierno aprobaron sin el menor atisbo de preocupación por la suerte de los ciudadanos un endeudamiento cercano al medio billón de pesos y sin interesarles lo más mínimo que sobre ellos recaería el pago de tan oneroso empréstito,

La cifra, casi cuatro veces superior a la solicitad por el actual gobierno, en su momento fingió ser una expresión de preocupación por las circunstancias de pobreza en las que Saldarriaga encontró a la mayoría de ciudadanos y electores, a la hora de la verdad poco les importó su suerte, porque esos mismos que lo eligieron terminaría pagando con el desmesurado incremento de las tarifas del impuesto predial producto de una actualización catastral cuyas severas deficiencias técnicas y desproporcionadas tarifas aún siguen gravitando sobre los mínimos ingresos de los ciudadanos.

Es bastante obvio comprender que la confianza del mandatario en su aprobación estaba fundada en la certeza que la solicitud sería aprobada sin riesgo por casi por mayoría absoluta de su bancada apoyada en compromisos del gobierno, dándole un amplio margen de maniobra lo que hacía imposible impedir y hundir dicho proyecto.

Es necesario entender que tanto los que se dicen ser la oposición, andan preparando los caminos, las maquinarias, las estrategias y los nombres de quienes presuntamente representaran los intereses de los ciudadanos de Soacha en el Congreso de la República, y cuya baraja de nuevos candidatos y otros con aspiraciones de repetir, dejan mucho que desear por su pobre gestión en favor de los habitantes y de la ciudad.

Así las cosas, mientras la clase política local seduce a los ciudadanos con una oposición deleznable contra el empréstito haciendo una aparente defensas desinteresadas y altruistas por los ciudadanos, en realidad su intención está concentrado en preparar nuevas narrativas y discursos en defensa del interés general mientras en la práctica lo que hicieron fue sumirlos en una mayor situación de pobreza

La ciudadanía debe entender que la clase política tradicional local cuya subordinación a las elites regionales se empieza a aceitar mediante inescrupulosos aditivos, debe cambiar su mirada hacia otros horizontes, hacia otras propuestas, hacia otros nuevos liderazgos que de verdad la conduzcan por un camino del bienestar diferente al que se les han ofrecido cada cuatro años sin que de verdad mejoren sus condiciones de pobreza y exclusión.

La ciudadanía requiere hacer una reflexión personal seria y profunda, un balance personal responsable de los resultados alcanzados por quienes ellos mismos eligieron en el pasado reciente en función del bienestar futuro de sus familias, de la juventud, de la población adulta mayor de las mujeres, de los niños y niñas, de la población altamente vulnerable, es decir de todos los ciudadanos.

ahtarquinog@gmail.com

**Ángel Humberto Tarquino (Soacha, 1960), sociólogo, docente, escritor, historiador, periodista y columnista de Soacha Ilustrada.