Soacha fue sede de masiva jornada para prevenir abusos en la Iglesia: 650 personas capacitadas

Con el compromiso de construir entornos seguros, la Iglesia colombiana avanza en la prevención de abusos y violencias desde la formación de sus agentes pastorales.

Soacha, fue epicentro de una jornada clave en la ruta de la Iglesia católica hacia la protección y el cuidado. Durante los días 13 y 14 de junio, cerca de 650 personas —entre obispos, sacerdotes, seminaristas, religiosos, diáconos y laicos— se dieron cita en el Colegio María Auxiliadora para participar en una capacitación intensiva sobre prevención de abusos en entornos eclesiales, liderada por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC).

Este encuentro, enmarcado en la iniciativa Iglesias particulares seguras y protectoras, contó con la presencia de representantes de las diócesis de Soacha, Fontibón, Facatativá y Girardot. Las formaciones fueron impartidas por expertos del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, así como asesores especializados de la CEC.

Durante la capacitación se abordaron temas esenciales como: cómo identificar señales de abuso, protocolos de acción en contextos canónicos y civiles, creación de entornos protectores, comunicación asertiva y manejo responsable de casos. Todo ello en un ambiente que también integró momentos de espiritualidad y reflexión sobre la espiritualidad del cuidado.

Es un tema del que antes no se hablaba. Ahora estamos aprendiendo a prevenir antes de que ocurran crisis”, afirmó Carolina Hidalgo, catequista de Fontibón. Franchesca Tuzzo, también de esa diócesis, destacó la importancia del lenguaje y los gestos: “El cuidado está en los detalles”.

Desde la perspectiva formativa, el padre Hanner Díaz, del Seminario Mayor de Girardot, consideró que estos contenidos deben ser parte obligatoria del currículo sacerdotal: Los futuros sacerdotes deben conocer las normativas y compromisos de la Iglesia”.

Monseñor Juan Vicente Córdoba

Por su parte, monseñor Juan Vicente Córdoba, obispo de Fontibón, subrayó el sentido evangelizador del proceso: El abuso, ya sea de poder, sexual o económico, destruye la misión de testimoniar a Cristo. Añadió que cada parroquia implementará medidas concretas, como la revisión de prácticas culturales y físicas en la vida pastoral.

Ilva Myriam Hoyos

Ilva Myriam Hoyos, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, celebró el avance, pero insistió en la implementación continua: “Esto no es solo aplicar protocolos, es vivir el Evangelio con transparencia y responsabilidad”.

Los asistentes también destacaron la utilidad práctica de las herramientas recibidas. “Trabajamos con jóvenes en contextos difíciles y muchas veces no sabíamos cómo actuar”, dijo Andrea Loaiza, catequista de Soacha. En tanto, María Janeth Galvis remarcó: Los protocolos son claves para proteger la dignidad, especialmente de niños y adolescentes.

Monseñor Jaime Muñoz, obispo de Girardot, cerró con un llamado a la acción: “El primer paso está dado. Ahora debemos transformar realidades”.

Esta jornada marca la segunda fase de formación en la Provincia Eclesiástica de Bogotá y hace parte de un esfuerzo más amplio que busca implementar entornos seguros en las 14 provincias eclesiásticas del país. Como lo expresó Rosa María Rubiano, proclamadora de Facatativá: El cuidado es ver a Cristo en el otro. Sin respeto, no hay evangelización posible.

Con esta apuesta, la Iglesia colombiana continúa su camino de purificación institucional, compromiso ético y restauración de la confianza, pilares fundamentales en la prevención de cualquier tipo de abuso.

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