Exsoldados rinden homenaje a Julián Oviedo Monroy, víctima de los ‘falsos positivos’ de Soacha

 

Ante la campaña desatada por la extrema derecha radical con sus voceros en el Senado y los medios de comunicación corporativos para negar las ejecuciones extrajudiciales realizadas por el Ejército colombiano durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, diecisiete comparecientes de la fuerza pública que participaron en el asesinato del joven de Soacha, Julián Oviedo Monroy, realizaron un acto restaurativo de adecuación de su tumba en el cementerio El Apogeo, ubicado al sur de la capital del país.

El acto se dio como respuesta al saboteo a una exposición realizada por el colectivo de la Madres de Soacha en la sede del congreso de Colombia.

Actualmente la extrema derecha trata de “poner contra las cuerdas” la investigación realizada por la Jurisdicción especial para la Paz (JEP), pidiendo que revele nombres de víctimas de los llamados ‘falsos positivos’.

Julián Oviedo Monroy

 Julián Oviedo Monroy de 19 años, salió de su casa en Soacha el 2 de marzo de 2008, engañado con una falsa promesa de trabajo, un día después fue reportado por miembros del Ejército como un guerrillero dado de baja en un combate a 645 kilómetros de su hogar, en el municipio de Ocaña, Norte de Santander.

De eso ya pasaron 16 años, durante los cuales su madre, Blanca Nubia Monroy, no ha descansado para limpiar su nombre y exigir que se haga justicia en el caso.

Está madre de Soacha escuchó con horror como algunos de los militares responsables del asesinato de Julián, relataron ante la JEP, que sabían que las víctimas no eran guerrilleros, sino muchachos inocentes del campo y de la ciudad.

Aunque la aceptación pública de los militares fue ampliamente valorada en el país –y también en el exterior, incluyendo la embajada de Estados Unidos–, la extrema derecha radical niega a pesar de las evidencias, que esto haya ocurrido y ponen en duda que sean 6.402 personas asesinadas entre 2002 y 2008.