Zipaquirá, Cundinamarca — Tras más de 20 horas de intensas labores de rescate, fueron hallados sin vida los cuerpos de los tres mineros que habían quedado atrapados luego de un derrumbe en una mina ilegal del municipio de Zipaquirá. El hallazgo se produjo a 180 metros de profundidad, en el interior del socavón.
El operativo fue liderado por el equipo de rescate de la Agencia Nacional de Minería, con el apoyo de organismos de socorro locales y departamentales. Desde el primer momento, las autoridades se volcaron a la zona del siniestro en un esfuerzo contrarreloj por ubicar a los trabajadores.
Fabián Rojas, alcalde de Zipaquirá, confirmó la noticia en una declaración pública. “Hemos encontrado los tres cuerpos. El equipo de socorro de la Agencia Nacional de Minería ha encontrado los tres mineros sin vida, a 180 metros de la superficie”, informó con evidente pesar.
El mandatario local señaló además que ya se están adelantando los procedimientos judiciales correspondientes. “Estamos a esta hora haciendo lo debido para poderlos tener aquí y adelantar el proceso con la Policía Judicial”, precisó.
Desde la Gobernación de Cundinamarca también se expresaron condolencias. El gobernador Jorge Emilio Rey manifestó su solidaridad con las familias de las víctimas y anunció medidas de apoyo. “Desde la Secretaría de Energía y Minería Sostenible, hemos solicitado se les brinde el respectivo acompañamiento psicosocial”, informó a través de su cuenta oficial en X.
La tragedia vuelve a poner en el centro del debate la operación de minas ilegales en el país. El alcalde Rojas fue enfático al advertir que “ahora lo que viene es el proceso judicial que debe adelantar los responsables de esta mina, que ha operado de manera ilegal”.
En el mismo sentido, el gobernador Rey reiteró el llamado a la legalidad en la actividad minera: “Reiteramos nuestro llamado a atender los requerimientos de las autoridades competentes, a realizar la actividad minera con la observancia de los requisitos para poder funcionar adecuadamente, con el fin de evitar la exposición a condiciones inseguras para la integridad y la vida”.
Los hechos ya están en manos de la Fiscalía General de la Nación, que deberá esclarecer las causas del derrumbe, identificar posibles responsables y determinar si existieron omisiones o irregularidades en la operación de la mina. Mientras tanto, la comunidad de Zipaquirá permanece consternada por una tragedia que pudo haberse evitado.