La Cámara de Comercio de Bogotá hizo un llamado a la Administración Distrital para que defina y adelante, en asocio con el sector privado, un plan de acción con medidas estructurales para el mejoramiento de la calidad del aire de Bogotá.
La solicitud se dio ante el impacto que tiene la mala calidad del aire sobre la salud pública, pero también sobre la competitividad de la Ciudad.
Las mediciones recientes llevaron a las autoridades a declarar la emergencia ambiental en dos oportunidades en el último mes, lo que demuestra que es una problemática de fondo y no de una situación coyuntural.
Desde el año 2012, Bogotá registra concentraciones de material particulado (PM10 y PM2,5) por debajo del nivel máximo permisible por la norma nacional (50 mg/m³ y 25 mg/m³, respectivamente), desde hace más de veinte años Bogotá supera el límite establecido por la Organización Mundial de la Salud (20 mg/m³ y 10 mg/m³, respectivamente), con graves consecuencias para la salud de los habitantes.
Aunque el promedio de la ciudad puede estar dentro de los límites permitidos, las estaciones de medición del aire en las zonas de Kennedy y Carvajal-La Sevillana y Fontibón registran hasta tres veces más de contaminación de forma persistente.
Las concentraciones de material particulado (PM10, PM2.5, PST) y otros gases contaminantes (SO2, NO2, CO, O3) se atribuyen a varias fuentes, fijas y móviles, por lo que medidas transitorias como el pico y placa ampliado que la Administración Distrital adoptó recientemente no atienden las causas estructurales.
La Ciudad cuenta hoy con 13 estaciones de monitoreo fijo y una móvil que resultan insuficientes para registrar la calidad del aire y que están ubicadas en zonas históricamente clasificadas con contaminación ambiental, ya sea por su dinámica sectorial o sus condiciones naturales. Se recomienda a la Administración Distrital avanzar en la incorporación de nuevas tecnologías para contar con más estaciones móviles que permitan medir las condiciones del aire en otros puntos de la ciudad.
Debido que los vehículos que más contaminan en Bogotá son los camiones, pues aportan el 43,60 % de las partículas entre 2,5 y 10 micrómetros que se encuentran en el aire, es fundamental promover y facilitar desde la Secretaría de Ambiente la aplicación del Programa de Autorregulación que busca disminuir las emisiones en los vehículos que funcionan con combustible Diésel.
En cuanto al combustible, Bogotá debe liderar frente al Gobierno Nacional que la ciudad cuente con un Diésel de mejor calidad, al tiempo que debe adoptar medidas para que en la renovación de los buses del SITP se incorporen tecnologías limpias.
Por otro lado, el sector de industrias manufactureras aporta el 12% de las emisiones que se producen. En este sentido, es fundamental el rol del sector privado para solucionar la problemática, por lo que la Cámara de Comercio de Bogotá, desde su filial la Corporación Ambiental empresarial (Caem), acompaña a las empresas a adoptar medidas de reducción de material particulado generadas por el proceso productivo en sectores y actividades industriales como fundición de metales, galvánicos, fabricación de vidrio, hornos de tostado, artes gráficas, recubrimiento de superficies, entre otros.
Algunas empresas han empezado a implementar medidas de eficiencia energética que permiten reducir el consumo de combustible en equipos de uso final como calderas y hornos, mejorando el proceso de combustión y de esta forma generar un menor impacto en la calidad del aire.
Marzo 15 de 2019