Otorgan al presidente Juan Manuel Santos, Premio Nobel de Paz

El presidente Juan Manuel Santos Calderón, fue galardonado con el Premio Nobel de Paz 2016, en reconocimiento a sus esfuerzos en pos de la paz en Colombia.

A Santos Calderón, nacido y crecido en los círculos del poder, el destino parece haber tenido reservado un papel más allá de la jefatura de Estado como el principal impulsor de un acuerdo de paz con el que se busca acabar un conflicto armado que hace más de medio siglo desangra al país.

El jurado decidió otorgarle el galardón pese a que una parte de la ciudadanía no respaldó su acuerdo en el plebiscito que se celebró el domingo 2 de octubre.

El premio, según ese fallo, es un claro apoyo a la decisión de Santos de invitar a todas las partes a participar en un amplio diálogo nacional para que el proceso de paz no muera.

La llamada del Comité Nobel a Santos

“El hecho de que la mayoría de los votantes dijera no al acuerdo de paz no significa necesariamente que el proceso de paz esté muerto. El referéndum no fue un voto por o contra la paz”, insistió el Comité Nobel en su fallo. “Ese resultado ha generado una gran incertidumbre sobre el futuro de Colombia. Hay un riesgo real de que el proceso de paz se paralice y de que estalle de nuevo la guerra civil, lo que hace todavía más importante que todas la partes, encabezadas por el presidente de Santos y el líder de la guerrilla de las FARC, Rodrigo Londoño, mantengan el respeto al alto el fuego”, recalcó el Comité.

Según el jurado, el premio es también “un tributo al pueblo de Colombia que, a pesar de las grandes dificultades y los abusos, no ha perdido la esperanza en una paz justa, a todas las partes que han contribuido al proceso de paz” y a todas las víctimas de una guerra que se ha cobrado la vida de al menos 220.000 colombianos y ha obligado a abandonar sus casas a más de seis millones de personas.

Este es el momento en que el Comité Noruego hizo el anuncio al mundo:

Los esfuerzos de Santos Calderón, según el Comité, llevaron al acuerdo de paz y, aún sabiendo que era controvertido, el presidente colombiano decidió someterlo al voto de sus compatriotas. El “no” del plebiscito sólo significa “no” a un acuerdo específico de paz, recalcó el jurado para mostrar su esperanza de que todas las partes asuman su responsabilidad y actúen de forma constructiva en las próximas conversaciones de paz.

Además, el comité se mostró convencido de que el mandatario colombiano, “ha acercado de forma significativa hacia una solución pacífica el sangriento conflicto” en su país y que ha sentado las bases para el desarme verificable de las FARC y un “proceso histórico de reconciliación y hermanamiento nacional”. “Sus esfuerzos para promover la paz cumplen por tanto los criterios y el espíritu de la voluntad de Alfred Nobel”, aseguró el comité.

El comité dijo que espera que el Premio Nobel de Paz le dé (a Santos) la fortaleza para lograr la paz y que en los próximos años los colombianos recojan los frutos del proceso de paz y reconciliación.

Pronunciamiento del presidente Santos

Poco después del anuncio en rueda de prensa, Santos agradeció el galardón y dijo que lo comparte “con todos los colombianos”, pero especialmente con las víctimas del conflicto armado y con los negociadores tanto del Gobierno como de las FARC. “Agradezco infinitamente y de todo corazón esta honrosa distinción. La recibo, no a nombre mío, sino a nombre de todos los colombianos, en especial a las millones de víctimas que ha dejado este conflicto que hemos sufrido a lo largo de más de 50 años. Colombianos, este premio es de ustedes”, dijo. “La paz está cerca, la paz es posible”, concluyó Santos.

El premio más prestigioso del mundo

Con la escogencia, Santos pasa a ser el segundo colombiano galardonado por el Comité Noruego, tras el premio Nobel de Literatura obtenido por el escritor Gabriel García Márquez en 1982.

El Nobel de la Paz, el único que no se otorga ni entrega en Estocolmo, sino en Oslo, por deseo expreso de Alfred Nobel. El galardonado recibirá un diploma, una medalla de oro y un premio económico, que este año es de 8 millones de coronas suecas (3 mil millones de pesos).

Solo si quienes nominan lo hacen público se puede conocer la identidad de los candidatos, ya que el Comité Nobel noruego no confirma nombres hasta pasados cincuenta años y sólo hace público el número total de aspirantes, que este año ha alcanzado la cifra récord de 376 nominaciones al premio, 228 personas y 148 organizaciones.

Felicitaciones internacionales

Desde la Habana, Rodrigo Londoño, máximo jefe de las FARC, felicitó al presidente y a los que han hecho posibles las negociaciones. “Felicito al presidente Juan Manuel Santos, a garantes Cuba y Noruega, acompañantes Venezuela y Chile sin los cuales sería imposible la Paz”, dijo en su cuenta de Twitter.

El anuncio del Premio Nobel al presidente Juan Manuel Santos, se produce en un momento crítico para Colombia y transmite al pueblo colombiano una señal de esperanza, así lo hizo saber el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. “Este es un mensaje oportuno para todos los que han trabajo tan duro por la paz, para el Gobierno, para las FARC y para todas las fuerzas políticas y sociales que han expresado su deseo de paz”, sostuvo el responsable de Naciones Unidas mediante una declaración. Para Ban con este premio se les está diciendo a todos los colombianos que “hay que seguir trabajando hasta que el proceso de paz concluya exitosamente”.

Francois Hollande, presidente de Francia, destacó la gestión de Santos para alcanzar la paz con las Farc y aseguró que su país “ha estado y estará siempre a su lado para que el diálogo prevalezca sobre la confrontación y que el coraje de la paz se imponga«.

Por su parte, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, indicó en su cuenta de Twitter: “Felicito al Presidente Juan Manuel Santos por el Nobel de la Paz, premio que espero sea el impulso final para el reencuentro en Colombia”.

«El premio va a un líder que ha mostrado gran valor sentándose en la mesa de negociaciones para acabar con el conflicto más largo de América Latina y gran resistencia aguantando cuatro años«, declaró también la primera ministra noruega, Erna Solberg.

Así mismo, la alta representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini, escribió “los que sueñan con la paz consiguen construirla, contra viento y marea. Emocionada con el Nobel de Paz para mi amigo Juan Manuel Santos”.

El expresidente de Costa Rica y Nobel de Paz en 1987, Óscar Arias, dijo que espera que este premio sirva para estimular a los colombianos para que no se levanten de la mesa de negociaciones. Y resaltó que es un “mandato” para que se logre el propósito de “no volver a la guerra”.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, celebró la concesión del Nobel a Santos por su “valiente e incansable liderazgo” en la búsqueda de la paz y prometió que podrá seguir contando con su país para hacer realidad ese objetivo.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, señaló que el premio representa “un incentivo para llegar a la paz duradera e incluyente” y añadió que “no hay lugar para desfallecer”.

El director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, confió en que el Premio Nobel “fortalezca” los esfuerzos del país por la paz con un “sólido componente de justicia”.

“¡Que viva Colombia!”, exclamó el presidente de Ecuador, Rafael Correa, y dijo que “hoy es un día de fiesta para toda la región”.

El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, aseguró que la concesión del nobel a Santos reconoce su “inmenso intento” por alcanzar la paz en Colombia y lamentó que los votantes no hayan refrendado el acuerdo de paz alcanzado con las Farc.

El presidente de Brasil, Michel Temer, consideró el premio a Santos como “un justo reconocimiento a sus esfuerzos en favor de la paz”.

 “Felicidades @JuanManSantos por la distinción del @NobelPrize, un reconocimiento a su liderazgo y compromiso con la paz en Colombia”, señaló el presidente de México, Enrique Peña Nieto.

Felipe VI elogió su “esfuerzo y compromiso para poner fin al conflicto interno colombiano”, al tiempo que el presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, le garantizó a Santos el total apoyo de España a los esfuerzos por la paz en su país.

La canciller alemana, Ángela Merkel, afirmó que el galardón trae “esperanza para toda la región” y anima al presidente colombiano “a seguir avanzando por ese camino”.

El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, consideró merecido el galardón por la “iniciativa y éxito” de Santos “en el histórico acuerdo de paz”.

“La decisión del Comité de los Nobel es una digna valoración de sus méritos (de Santos) a la hora de instaurar la paz en la tierra colombiana”, señaló el presidente ruso, Vladímir Putin.

Guatemala animó al mandatario colombiano a continuar con la labor para alcanzar “la tan anhelada paz” y la activista indígena guatemalteca y Nobel de la Paz Rigoberta Menchu dijo que “este es un día histórico, no solo para él (Santos) que inicia una página importante en su trabajo a nivel mundial, sino para Colombia”.

El mandatario argentino, Mauricio Macri, destacó que Santos es un presidente latinoamericano “comprometido con poner fin a una guerra en la que murieron cientos de miles de colombianos”.

El premio Nobel de la Paz de 1980, Adolfo Pérez Esquivel, dijo en Twitter: “El Premio Nobel de la Paz a @JuanManSantos es también para muchos que trabajan incansablemente por la #Paz en Colombia”.

El galardón “honra no solo la iniciativa tomada por el presidente Santos y su Gobierno, sino a muchas otras personas que, tanto dentro de Colombia como fuera de sus fronteras, buscan un camino para una paz con justicia”, afirmó Amnistía Internacional (AI).

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) reafirmó su compromiso humanitario en Colombia pese al rechazo al acuerdo de paz en el plebiscito y señaló que el Premio Nobel a Santos es “una buena señal” de la comunidad internacional.

Un acuerdo histórico

El Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) consiguieron en agosto lo que parecía inalcanzable, poner fin por la vía negociada a 52 años de conflicto armado, un sueño que fue esquivo para el país durante las últimas décadas.

Fueron 45 meses y cinco días de intensas discusiones de los delegados del Gobierno y las FARC en La Habana, Cuba, para forjar el “Acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera en Colombia”, que con sus seis puntos y 297 páginas debía ser la hoja de ruta para un nuevo país.

Tras conocerse el resultado del Plebiscito del 2 de octubre, el presidente Santos no tuvo otra opción que dialogar con el partido de ultraderecha Centro Democrático, al mismo tiempo que las FARC se comprometieron a seguir usando la palabra y no las armas. Por ahora, el alto el fuego se ha extendido hasta el 31 de octubre y ambas partes mantienen su apuesta por la paz.

Biografía del Presidente Nobel

Nacido el 10 de agosto de 1951 en el seno de una aristocrática familia bogotana, Santos conoce el poder desde la cuna como quiera que un tío-abuelo suyo, el liberal Eduardo Santos, fuera presidente de Colombia en el periodo 1938-1942.

Su familia fue durante décadas propietaria de El Tiempo, el diario más influyente del país, donde comenzó su actividad como periodista y que alternó con una larga carrera en la administración pública coronada en 2010 al llegar a la Presidencia, siendo reelegido en 2014 para un segundo periodo que culminará en 2018.

El presidente está casado con María Clemencia Rodríguez, con quien tiene tres hijos: Martín, María Antonia y Esteban. El primogénito dirige la Fundación Buen Gobierno.

Graduado en Economía y Administración de Empresas en la Universidad de Kansas (EEUU) y con postgrados de la Escuela de Economía de Londres, la Universidad de Harvard y la Escuela Fletcher de Leyes y Diplomacia, también en EEUU, Santos tiene un brillante currículo que lo preparó para llegar al poder.

En los años 70 trabajó en Londres como jefe de la Delegación de Colombia ante la Organización Internacional del Café (OIC) y luego regresó al país como columnista y subdirector de El Tiempo.

En su dilatada vida pública ha sido también ministro de Comercio Exterior (1991-1994) en el Gobierno de César Gaviria, y Designado Presidencial (1993-1994), cargo ya abolido y cuya función era la de asumir la jefatura del Estado en caso de ausencia del presidente.

Fue además Ministro de Hacienda entre 2000 y 2002, en el Gobierno de Andrés Pastrana, y ministro de Defensa en el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez, cargo en el que lideró la aplicación de la política de Seguridad Democrática de su jefe y que le catapultó a la Presidencia.

Durante su paso en el Ministerio de Defensa  tuvo que ver con operaciones en las que murieron los que en su momento eran el número uno de las FARC, alias «Alfonso Cano» (2011); el número dos, alias «Raúl Reyes» (2008); el considerado jefe militar de esa guerrilla, alias «Mono Jojoy» (2010), así como 63 comandantes de frentes guerrilleros, en un momento donde la consigna del Ejército era no tomar prisiones.

Por eso, después de debilitar con golpes militares a las FARC, una guerrilla cuyos jefes parecían invulnerables hasta 2008, Santos consideró llegado el momento de plantear la negociación.

Con el olfato político que lo caracteriza, percibió que el péndulo de la historia se movía en dirección a la negociación y se embarcó en el viaje de la búsqueda de la paz que finalmente firmó en la ciudad de Cartagena de Indias.

A los 65 años y en su segundo mandato, este economista y periodista bogotano tiene asegurado su lugar en la historia porque ha conseguido firmar una paz que sus antecesores en la Presidencia nunca consiguieron.