Denuncian destrucción del patrimonio arqueológico en el barrio San Mateo de Soacha

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Y empezó lo que siempre se temió, la destrucción de la zona de Arte Rupestre del barrio San Mateo, ésta vez por acción del cantero Carlos Arturo Toro Cadavid, propietario de INVERSIONES Y CONSTRUCCIONES TORO LTDA INVERCOT LTDA, empresa que realiza la explotación minera en el área aledaña a la zona arqueológica.

No basto que el área estuviera identificada desde hace varias décadas como zona arqueológica, tampoco que el mismo Plan de Ordenamiento Territorial POT, la estableciera como zona de Protección Arqueológica, ni mucho menos que el mismo ICANH la tuviera reseñada desde hace unos años.

Esta es la primera vez que la empresa del cantero Carlos Toro, realiza una intervención directa contra alguna de las piedras que contienen Arte Rupestre. El atentado fue contra la piedra 10, conocida así desde finales de la década de los ochenta, cuando la comunidad temerosa por la explotación minera que se quería iniciar en la falda de la colina, decidió marcar cada una de las piedras  sobrevivientes de la construcción de la Represa Terreros y de la misma urbanización El Bosque de San Mateo.

La empresa minera sin ninguna autorización del ICANH, sepultó con tierra totalmente la piedra, destruyendo a su paso los murales centenarios que la piedra contenía por uno de sus costados.

La roca 10 había sido protegida con un cerramiento de polisombra, la cual fue retirada inexplicablemente por los operarios de las retroexcavadoras que avanzan picando el terreno para su explotación minera.

El avance del corte de la cantera de INVERSIONES Y CONSTRUCCIONES TORO LTDA INVERCOT LTDA, amenaza con destruir la totalidad de la zona arqueológica, por lo que las autoridades deberán establecer claramente si en el área está autorizado realizar algún tipo de explotación minera.

Por algún tiempo la roca 10 estuvo aislada por un cerramiento en polisombra.
Por algún tiempo la roca 10 estuvo aislada por un cerramiento en polisombra.

La policía, y las autoridades militares y civiles del municipio están autorizadas por la ley para intervenir y evitar la destrucción del patrimonio arqueológico, en el caso de la piedra 10 de San Mateo, se acudió a la Inspección de Policía, sin embargo, la inspectora no actuó por que según ella la entidad encargada, es decir la Dirección de Cultura de Soacha, no había enviado un escrito oficialmente denunciando el caso.

La Directora encargada de Cultura a su vez, al comienzo cuando le informaron de la situación que se estaba viviendo en la zona arqueológica de San Mateo, simplemente no le dio importancia al hecho, y solamente cuando llamaron del ICANH a averiguar que estaba pasando, entendió algo de la gravedad de las denuncias, pero como era de esperarse ¡No tenía ni idea de lo que se debía hacer!

Los defensores del patrimonio cultural del municipio están completamente desconcertados ya que no tienen ante quién acudir, por un lado el personero de Soacha, Henry Sosa, ha demostrado un completo desconocimiento y una total apatía en inmiscuirse en asuntos que pretendan defender el patrimonio cultural de la comunidad y de la Nación, y por otro lado, la contralora municipal, María Evelia Cubillos,  no ha intervenido en absoluto en ninguno de estos casos.

El Alcalde municipal de Soacha y su Secretario de Educación y Cultura, están obligados por la ley a hacer cumplir las normas existentes sobre la conservación del Patrimonio Arqueológico de la Nación, y por tanto deben actuar inmediatamente para evitar la destrucción de cada una de las piedras que contienen Arte Rupestre en la zona de San Mateo y solicitar en este caso, la intervención urgente del ICANH.

Parte del mural que sobresale sobre la tierra, aparece cubierto completamente de polvillo proveniente de la cantera INVERCOT.
Parte del mural que sobresale sobre la tierra, aparece cubierto completamente de polvillo proveniente de la cantera INVERCOT.

El saqueo, la destrucción y todas aquellas acciones que afecten el Patrimonio Arqueológico, sólo pueden producir grandes vacíos en el conocimiento del pasado y nuestro devenir histórico. Los bienes culturales son un componente básico de la identidad de los pueblos, por tal razón, no solamente es una obligación y una responsabilidad mayor preservar y respetar este patrimonio, sino también conservarlo para que las próximas generaciones tengan acceso a él y puedan disfrutarlo.

Historia

Miguel Triana
Miguel Triana

La zona de arte rupestre de San Mateo fue explorada en las primeras décadas del siglo XX por el ingeniero Miguel Triana, pionero de la investigación rupestre en Colombia. Triana publicó dos libros fundamentales en el estudio y codificación del Arte Rupestre de la meseta cundi-boyacense: el primero  La civilización Chibcha (1922) y el segundo El jeroglífico Chibcha (1924).

En el año 1974, en ese entonces la estudiante Inés Elvira Montoya, visitó la zona de la hacienda Terreros y realizó la primera prospección arqueológica del área para escribir su tesis  “El arte rupestre de la zona de Soacha, Cundinamarca y su relación con la cerámica y la orfebrería Muisca” y así obtener el título de antropóloga en la Universidad de los Andes.

En este trabajo Inés Elvira Montoya estudia y relaciona siete piedras, que son las que existen actualmente en la falda de la colina aledaña al barrio El Bosque.

Guillermo Muñoz
Guillermo Muñoz

Posteriormente a finales de los años setenta, Guillermo Muñoz, fundador del grupo de investigación GIPRI, se dedica a la tarea de visitar las rocas relacionadas por Miguel Triana y hace una prospección detallada de las piedras que contienen Arte Rupestre, sin embargo, este trabajo aún permanece inédito o no se ha socializado debidamente, convirtiéndose con el tiempo en el gran enigma de los defensores de esta zona arqueológica. Para algunos defensores del patrimonio, la labor de Muñoz ha sido fundamental para identificar y comprender el Arte Rupestre en la región.

En décadas pasadas, Henry Barbosa, dejó entrever la necesidad de establecer un parque arqueológico por parte de la administración municipal con el fin de preservar este patrimonio cultural, para la cual realizó una prospección y levantó un mapa de las piedras que contienen Arte Rupestre en la zona de San Mateo. Por otro lado y en vista de los continuos intentos por establecer un corte en la falda del cerro aledaño a la urbanización El Bosque, para protegerlas determinó marcar con vinilo rojo cada una de las piedras existentes en el área siguiendo los pasos del arqueólogo Muñoz.

Esta y otras acciones como utilizar el lugar como aula máxima con estudiantes de  noveno, décimo y once, tanto de colegios públicos como privados, logró en su momento detener cualquier intento de iniciar una explotación minera en la zona arqueológica.

A finales de la década de los noventa infructuosamente se solicitó al ICANH y más concretamente al arqueólogo Álvaro Botiva, una prospección del lugar, visita que solamente fue hecha en el 2007, la zona ha permanecido abandonada y desprotegida, lo que ha permitido daños irreparables a los murales por causa del vandalismo indiscriminado.

Aspecto que presenta la piedra 10 donde el mural con Arte Rupestre permanece completamente sepultado por acción vandálica de los canteros.
Aspecto que presenta la piedra 10 donde el mural con Arte Rupestre permanece completamente sepultado por acción vandálica de los canteros.

El atentado hecho a la piedra 10 en la zona de San Mateo, es un hito y se convierte en campanazo de alerta a las autoridades municipales y nacionales que deben tomar decisiones definitivas que preserven estos monumentos arqueológicos.

La falta de conocimiento, iniciativa profesional, identidad y sentido de pertenencia de los encargados en el municipio de velar por la preservación de este patrimonio, no ha permitido crear, proyectar e impulsar una conciencia del valor histórico en la comunidad  y demás autoridades con el fin de proteger y preservar dichas evidencias. Por otro lado, la pasividad y la falta de iniciativa por parte de los ciudadanos, ha permitido que día a día muchos lugares que contienen patrimonio arqueológico en el municipio vayan desapareciendo paulatinamente.

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Al cierre de esta edición, se conocen quejas de grupos sociales que denuncian que la administración del alcalde Juan Carlos Nemocón, ha entregado licencias de construcción en la zona arqueológica que contiene Arte Rupestre en San Mateo a algunas empresas constructoras, contraviniendo las normas y el sentido común. Según se tiene entendido al ICANH le fue solicitado autorización basados en dichas licencias de construcción, por tal razón, ésta entidad vía telefónica le solicitó oficialmente a la Directora encargada de Cultura, Ana Otilia Rodríguez, explicaciones al respecto.

El pasado 18 de julio de 2012, en rueda de prensa ante los pocos medios de comunicación invitados, el ICANH y el alcalde Municipal Juan Carlos Nemocón, informaron que a partir de esa fecha no se expediría ninguna licencia sin cumplir lo ordenado por la ley en lo concerniente al Plan de Manejo Arqueológico, por lo que esta información deja completamente desconcertados a los defensores del patrimonio arqueológico en el municipio de Soacha. VEASE: http://soachailustrada.com/editorial/matese-media-vaca/ 

Febrero 12 de 2013

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