Por Henry Barbosa
A VECES UNA IMAGEN VALE POR MIL PALABRAS, Ciudad Bolívar y Altos de Cazucá están divididos por una línea imaginaria que solo existe en la mente retorcida de los burócratas que por negocios particulares e intereses políticos, han establecido unas leyes para impedir lo que la realidad se empecina en contradecir.
En ambos territorios sus habitantes tienen necesidades básicas comunes, inequidades e injusticias que pueden ser evitadas y en especial contrarrestadas.
Sin embargo, en Altos de Cazucá los problemas parecen irresolubles y de los que no hay solución posible, a pesar que a menudo han sido provocados por personas y que persisten porque mucha gente se desentiende de ellos, en especial los políticos que solo se acuerdan de su existencia en época de elecciones.
El barrio Tres Reyes – El Espino, carrera 77 C entre calle 61 C Sur y calle 62 C Sur en la localidad de Ciudad Bolívar, es un ejemplo claro de la lucha contra esa injusticia que se llama discriminación por ser pobre.
En contraste la parte colindante de Soacha, los barrios Casaloma, Minuto de Dios y Santo Domingo, parecen estar condenados por el destino y los políticos a las más humillantes condiciones de atraso y segregación.
Otro ejemplo claro que hace más odiosa la comparación, es el caso del barrio Caracolí, en la localidad de Ciudad Bolívar, calle 76 A Sur entre la carrera 73 G y carrera 75, donde sin aspavientos y politiquería barata, la construcción de la vía se convierte en aliciente para lograr un desarrollo con equidad y justicia social.
En contraste sus vecinos de Los Robles, El Oasis y La Isla, en Altos de Cazucá, en medio de la pobreza, el olvido y la segregación, se alistan a recibir nuevamente a los candidatos de Soacha, que en cada campaña desempolvan sus ridículas propuestas de desarrollo con equidad.
Marzo 17 de 2015
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