Al conmemorarse diez años de los asesinatos indiscriminados realizados por miembros del Ejército Nacional y denominados como “falsos positivos” por los medios de comunicación, siguen apareciendo testimonios de los crímenes considerados como de lesa humanidad, los cuales siguen en su mayoría en la más completa impunidad.
La emisora BLU Radio logró entrevistar a Jaqueline Castillo, quien de manera espeluznante narra cómo encontró a su hermano Jaime Castillo Peña, oriundo de Soacha, Cundinamarca, en medio de un montón de muertos desnudos y enterrados en una finca en Ocaña, Norte de Santander.
Jaime Castillo Peña despareció un 10 de agosto del año 2008, dos meses después su familia lo encontró junto a los cuerpos de otros jóvenes de Soacha, sepultado como N.N. en zona rural de Ocaña, el reporte que dieron las autoridades fue que murió en combate contra una patrulla del Ejército Nacional.
Su hermana Jaqueline Castillo explicó “Cuando mi hermano desapareció puse la denuncia ante Medicina Legal miramos dentro de los N.N. lejos de imaginarme en las condiciones que lo iba a encontrar. La investigadora que nos asignaron del CTI me sugirió que buscara dentro de los que estaban en Ocaña que el caso podía coincidir con los otros jóvenes de Soacha”, dijo.
Castillo explicó que identificó a su hermano por medio de las fotos de Medicina Legal, pero que tuvo que esperar hasta que le confirmaran que las huellas del cuerpo que estaba en Ocaña coincidían con las de su hermano.
“Fue un impacto bastante grande, porque asumí que lo iba a encontrar en un cementerio, y la sorpresa era que estaba en la tierra de una finca de un señor que no sé qué tanto tendrá que ver y por qué permitía que enterraran a tanta gente allí”, señaló.
Castillo Peña quien se ganaba la vida vendiendo dulces y limpiando vidrios en el sector de la Floresta, fue engañado por Alexander Carretero, quien con falsas promesas de empleo lo convenció a viajar a Norte de Santander.
Carretero fue condenado a 44 años de prisión por la muerte de 14 jóvenes, todos de bajos recursos y residentes en Soacha, Cundinamarca.
“El reclutador Alexander Carretero que ya está detenido y quien ha dado los testimonios lo engañaron con falsas promesas de trabajo a mi hermano, le ofrecieron recoger café en una finca, pero él nunca nos dijo que se iba ir a Ocaña. Él nunca había salido de Bogotá”, dice Jaqueline Castillo.
Total impunidad
Este año se cumplen diez años del asesinato de Jaime Castillo Peña, el proceso se encuentra sin embargo en la más completa impunidad, las audiencias desde el año pasado todas fueron aplazadas, incluidas las programadas para enero de este año.
“No es justo que la Fiscalía este permitiendo que se sigan aplazando las audiencias porque no llega el abogado, que les pongan uno de oficio y cumplimos 10 años de completa impunidad”, denuncia Castillo.
Sobre la Justicia Especial de Paz, Jaqueline Castillo explica que desde un comienzo se había dicho que los falsos positivos eran delitos de lesa humanidad y no podían ir al sistema de justicia transicional.
“Nosotros tenemos claro que estos crímenes de falsos positivos no se dieron en el marco del conflicto armado. Estos asesinatos lo hicieron buscando beneficios de asensos, felicitaciones, medallas y permisos”, termina Jaqueline recordando que su hermano le encantaba pintar rostros de Jesucristo.
Febrero 12 de 2018