Aunque existe un dicho que dice “Que todo tiempo pasado fue mejor”, no siempre es reflejo fiel de la realidad, por lo menos en el municipio de Soacha, que por momentos ha sufrido oleadas de delincuencia y criminalidad en algunos momentos de su historia.
1960 fue el inicio de una década excepcional, adelantos sociales, económicos, políticos y científicos, transformaron para bien y para siempre el devenir de la humanidad. Colombia intentaba dejar atrás un rastro de una absurda violencia partidista, que tiño de sangre los campos y los pueblos de un país agrario y campesino.
Soacha inicio el año 1960 con una noticia judicial, delincuentes para deshonra de los raizales, realizaron el primer robo del año en Colombia, veamos la crónica de los hechos publicada por el periódico El Tiempo, el 5 de enero de 1960.
$29.000 Robados a una Agencia de Bavaria en Soacha
Para iniciar sus actividades de 1960, los antisociales escogieron como objetivo la agencia de Bavaria en el vecino municipio de Soacha, dependencia cuyos administradores dejaron cerrada desde las siete de la noche del 31 de diciembre, El receso determinado por el puente de año nuevo fue aprovechado por los asaltantes para ejecutar la laboriosa y esforzada maniobra de romper la caja fuerte donde se guardaba el producto de las ventas de los días posteriores al cierre bancario de fin de año.
AGENCIA CERRADA
La agencia de Bavaria funciona en un local de la calle 13 de esa población, entre las carreras 8ª y 9ª y la manejan los señores Luis Carrera Lastra, agente, y José María Rodríguez, supervisor de ventas. A las siete de noche del 31 de diciembre, Carrera y Rodríguez dieron por terminadas sus labores y cerraron la agencia, para reanudar actividades ayer, 4 de enero. En la misma noche del 31 de diciembre el señor Carrera Lastra viajó con su familia a Ibagué, y el supervisor de ventas señor Rodríguez, se vino a pasar las festividades de año nuevo a Bogotá.
CANDADO DIFERENTE
A las seis y media de la mañana de ayer los señores Carrera y Rodríguez llegaron a Soacha hallaron que la puerta de la agencia estaba asegurada con un candado diferente al que ellos hablan dejado. Al propio tiempo observaron huellas de palanca en la puerta, cuya cerradura había, sido inutilizada.
Los empleados de la agencia buscaron entrada por una casa de la vecindad, para que las huellas dejadas por quienes colocaron el candado no se desvirtuaran, y hallaron en el interior un completo desorden. Lo primero que vieron al entrar a la oficina fue la puerta de la caja fuerte desprendida y abandonada en el piso. Sobra decir que las puertas interiores de la oficina estaban forzadas. Así la puerta de la oficina de contabilidad como otra, pequeña, que da acceso al recinto donde la caja fuerte estaba empotrada en el muro.
CUANTIOSO ROBO
El agente y el supervisor de ventas, al suspender sus actividades el 31 de diciembre, dejaron en la caja fuerte la suma de $ 29,031.95, en dinero efectivo y $ 7.796.21, representados en cheques. En el mismo recinto donde está empotrada la caja fuerte, los empleados dejaron las máquinas sumadoras y otros elementos del equipo de oficina.
De la caja fuerte desapareció el dinero en efectivo. Los asaltantes despreciaron los cheques y, satisfechos con los billetes, tampoco se llevaron ninguna de las máquinas.
PESADA TAREA
Se supone que los asaltantes penetraron a la agencia de Bavaria en la misma noche del 31 de diciembre, de tal manera que dispusieron de todo el tiempo necesario para ejecutar la pesada tarea de “romper” la caja fuerte, Algún compinche que actuaba de “campanero”, se encargó de colocar el candado una vez que entraron sus compañeros, para guardar de esta manera las apariencias y no despertar sospecha alguna en el vecindario.
En la destrucción de la caja fuerte debieron emplear cinceles, seguetas y todo el instrumental del equipo usual del hampa. El candado debió ser cortado con cizalla. Al abandonar la agencia con el producto del asalto, los ladrones colocaron de nuevo el candado para mantener la apariencia y aplazar la iniciación de las averiguaciones hasta el 4 de enero, fecha en la cual debían regresar los empleados de Bavaria a su oficio.
INVESTIGACIÓN
Al comprobar la realidad del asalto, los empleados procedieron a formular la denuncia del caso ante las autoridades de Soacha, y oportunamente llegó a prestar su colaboración una de las unidades móviles de técnica policial del SIC. Los técnicos realizaron minuciosas exploraciones en busca de huellas, y el respectivo informe lo rendirán a inspector de policía de Soacha, funcionario que dio comienzo a la instrucción sumarial.
Ninguna pista. Firme, ni siquiera una orientación, tenían hasta ayer tarde los investigadores del cuantioso robo, primer asalto de este género en 1960.
OTRO ROBO EN SOACHA
También en Soacha. en la noche del 31 de diciembre, fue asaltada la residencia del señor Luis Sabogal, situada en la carrera 9ª entre calles 13 y 14, o sea a poca distancia de la agencia de Bavaria. Los ladrones se llevaron $ 4,500 en dinero efectivo y diversos objetos que hacen subir la cuantía del robo a $ 12,500 pesos.