Por Henry Barbosa.
Miles de familias que habitan en conjuntos residenciales que ya fueron entregados en el municipio de Soacha sufren el grave problema de la falta de agua.
En la actualidad el servicio de agua potable le es suministrado por medio de carrotanques, sin que las autoridades de Soacha les puedan garantizar el suministro de este líquido vital.
Los macro proyectos de vivienda fueron impulsados directamente por el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez y se anunciaron como la solución al problema de vivienda en el municipio de Soacha.
En su momento, el Gobierno nacional y la administración municipal, aseguraron que se habían tomado todas las medidas para preparar el suelo rural de tal manera que pudiera ser habilitado en la construcción de vivienda de interés social, anunciando además la vinculación de las más importantes constructoras del país, entre ellas Amarilo, Constructora Colpatria, Bolívar, Mazuera y las Cajas de Compensación Familiar como Colsubsidio y Cafam.
Aunque siempre se ha sostenido que el proyecto solucionaría el problema de vivienda en Soacha, lo cierto es que fue concebido para suplir la demanda de vivienda de interés social del Distrito Capital, se espera que en un lapso de cinco años solamente Ciudad Verde esté habitada por unas 125 mil personas, la gran mayoría provenientes de Bogotá.
Igualmente, algunos compradores han denunciado que algunas constructoras han paralizado el inicio de las obras hasta cuando no se solucione el problema del suministro del agua, hecho que ocasionará la demora en la entrega de las viviendas.
En recientes declaraciones a la prensa el alcalde de Soacha Juan Carlos Nemocón advierte que el problema es una bomba de tiempo, por eso se debe tener una decisión muy rápida sobre qué hacer, ya que si no hay garantías del suministro del agua no se puede seguir permitiendo que se siga construyendo, aseguró.
Por otra parte el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, recientemente ratificó su decisión de no vender agua en bloque a Cundinamarca y señaló que hacerlo “es un enorme riesgo para la vida en la región y primero está la vida que el negocio particular”.
Para el mandatario capitalino, “ninguna sociedad racional pone en peligro el agua potable de 10 millones de personas por industrializar y urbanizar los afluentes y las fuentes del agua potable. El agua en bloque, que es un agua para urbanizadores, lo único que hacía era potenciar un negocio privado muy poderoso que está destruyendo la Sabana de Bogotá”.