Niñas Sin Miedo, es una fundación que trabaja para prevenir la violencia sexual y el embarazo no deseado en la comuna 4 de Soacha, Cundinamarca.
Su creadora es Natalia Espitia, una joven publicista que en el año 2013 vivió una situación de intento de abuso sexual que le dejó secuelas psicológicas como depresión, inseguridad y ataques de pánico.
Un año después como terapia empezó a practicar el ciclismo, deporte que no solo le devolvió la autoestima, sino que también la inspiró para crear la Fundación Niñas Sin Miedo.
Sin dinero, pero sí con muchas ganas de hacer cosas, Natalia comenzó en el año 2016 su labor social con la ayuda de cuatro voluntarias. Hoy la fundación beneficia a 40 menores del sector de Ciudadela Sucre y las motiva para convertirse en agentes de cambio en su comunidad.
La Fundación Niñas Sin Miedo se ha ganado el respeto y el cariño de la comunidad, recientemente inauguró el Centro de Empoderamiento de Niñas, que cuenta con un parqueadero de bicicletas y una ludoteca, y próximamente la fundación espera también abrir una sala de tecnología.
A las menores de Ciudadela Sucre la fundación les ofrece espacios de recreación en bicicleta, clases de inglés y de yoga, talleres sobre derechos sexuales y reproductivos y apoyo para denunciar y hacer seguimiento de casos de violencia sexual.
Gracias al trabajo tesonero y desinteresado de Natalia Espitia, las niñas de este sector de Altos de Cazucá por medio de la educación y el deporte, no solo han mejorado su calidad de vida, sino que han aprendido a cultivar su autoestima, su confianza y el respeto por su cuerpo.
Julio 28 de 2018