A la larga lista de militares que han manifestado su voluntad de someterse a la Justicia para la Paz, se suman los generales Luis Roberto Pico Hernández, Miguel Eduardo David Bastidas, José Joaquín Cortés Franco, Iván Ramírez Quintero y Hernando Pérez Molina.
Estos oficiales del más alto rango tienen actualmente investigaciones por crímenes durante el conflicto, su solicitud se suma a la los generales Rito Alejo del Río, Mario Montoya Uribe, Jaime Alberto Uscátegui y Henry Torres Escalante, que ya se acogieron a la JEP.
En la actualidad van 1.915 militares y policías que ya se acogieron a la JEP y que han sido cobijados con libertad provisional mientras avanzan sus procesos.
La determinación de estos militares que tuvieron que afrontar la guerra durante toda su carrera militar, contrasta con la férrea lucha de algunos sectores políticos, en especial del “uribismo” que consideran que la JEP no brinda garantías suficientes para los miembros del Estado investigados por delitos del conflicto.
Mientras crece el número de militares que piden su ingreso a la justicia transicional, en el Senado, tras un intenso debate que por primera vez puso de acuerdo al expresidente Álvaro Uribe, a la Farc y a sectores de izquierda sobre la conveniencia para los propios militares de crear una sala especial para ellos en la JEP, el Congreso aprobó la inclusión de 14 nuevos magistrados que, según el Centro Democrático les den garantías de imparcialidad a los militares.
Quiénes son los nuevos en pedir cupo en la JEP
El general Luis Roberto Pico Hernández era comandante de la VII División del Ejército cuando, por cuenta de los ‘falsos positivos’ de Soacha, en el 2008, hubo una purga en las Fuerzas Militares que descabezó a 27 miembros del Ejército, entre ellos tres generales y 20 oficiales.
El general Miguel Eduardo David Bastidas fue acusado por la Fiscalía como coautor, por omisión, de 32 homicidios en persona protegida, 14 desapariciones forzadas, tres detenciones ilegales, 10 episodios de tortura y desplazamiento forzado, entre otros delitos. Su ascenso a general, en diciembre del 2017, fue duramente cuestionado.
El general José Joaquín Cortés Franco fue comandante de la Segunda División del Ejército, con sede en Bucaramanga, y fue otro de los generales que salió en la purga del 2008 por las ejecuciones extrajudiciales de jóvenes de Soacha.
El general Iván Ramírez Quintero fue comandante del Ejército y estuvo investigado por la tortura y desaparición de 11 personas tras la retoma del Palacio de Justicia, cuando se lo tomó la guerrilla del M-19. Fue absuelto en primera instancia pero su caso está en revisión en el Tribunal Superior de Bogotá.
El general Hernando Pérez Molina fue comandante de la Tercera División del Ejército, con sede en el Valle, y llamado a calificar servicios cuando se destaparon los nexos de militares con los carteles de la droga del norte de ese departamento.
Noviembre 6 de 2018