Cada año, doce millones de personas aproximadamente, mueren de infarto de miocardio en todo el mundo, según indica la Organización Mundial de la Salud. Muchas personas piensan que se trata de un problema que solo afecta a hombres de mediana edad, pero en realidad es la principal causa de muerte tanto en hombres como en mujeres.
Es común relacionar el ataque cardiaco con algo que ocurre de repente y sin avisar. Y en parte es así, porque la mayoría de los infartos de miocardio son súbitos e intensos. No obstante, investigaciones del Instituto del Corazón del Centro Médico Cedars-Sinai, en Estados Unidos, indican que en algunos casos el cuerpo es capaz de avisar semanas antes de que algo no marcha bien.
Dado que los síntomas son muchos y variados, y que las personas los desconocen, es frecuente que, cuando ocurre un infarto, la asistencia médica llegue con retraso. De hecho, según la OMS, casi dos tercios de las personas que sufren un ataque cardiaco mueren antes de recibir atención. Por ello es sumamente importante conocer los síntomas de advertencia que indican que puedes sufrir un incidente de este tipo.
Presión torácica con sensación de malestar
El síntoma predominante del infarto al corazón es el dolor: la mayoría de los ataques cardíacos están precedidos por una molestia en el centro del pecho o por una presión incómoda en la región torácica. Según advierte la Asociación Estadounidense del Corazón, el malestar puede durar más de algunos minutos o puede desaparecer y reaparecer. El dolor suele ser intenso y angustioso, y en el momento que se presenta quien lo sufre no encuentra una postura que lo alivie.
Irradiación del dolor a otras partes del cuerpo
Otra de las señales que alertan sobre un posible infarto al corazón es la irradiación del dolor a otras partes del cuerpo. El dolor que comienza en el pecho puede expandirse al cuello, la mandíbula, las orejas, los brazos, los codos y las muñecas. Incluso puede esparcirse a zonas como los omóplatos, la espalda o el abdomen.
Indigestión o sensación de estar lleno
Muchos pacientes infartados no se dan cuenta que están sufriendo un ataque cardiaco, afirma Nieca Goldberg, directora del Centro de Salud de las Mujeres Joan H. Tisch, de Nueva York. Algunas personas pueden tener síntomas de indigestión, calambres en el estómago o la sensación de estar demasiado llenas. Si nunca habías tenido ese tipo de problemas, es probable que el corazón esté enviando señales.
Respiración entrecortada
Tener dificultad para respirar o sentir que falta el aliento también es un síntoma de infarto. Y es que, dado que el corazón y los pulmones trabajan de manera conjunta, cuando el primero comienza a funcionar mal, los pulmones no reciben la cantidad de oxígeno necesaria para su correcto funcionamiento. Por ello se hace difícil respirar. Según datos de la OMS, las mujeres presentan una mayor predisposición a padecer de este síntoma.
Mareos y desmayos
Los mareos y los desmayos ocurren cuando no llega suficiente sangre al cerebro. Y si se tiene en cuenta que los ataques cardíacos se producen por la obstrucción de las arterias coronarias, es normal que este sea un signo de infarto. Un mareo aislado es algo común que puede ocurrir de un momento a otro. Pero si persiste es importante acudir al médico, pues es probable que haya una válvula obstruida que impida el flujo de sangre adecuado.
Náuseas y vómitos
La OMS señala también las náuseas y los vómitos como señales de alerta de un infarto. Estos son otros signos difíciles de asociar a un problema del corazón. Sin embargo, es recomendable que si no se ha comido nada fuera de lo normal y se descartan posibles causas como embarazos, migrañas, mareos por el movimiento, intoxicación por alimentos o infecciones, se consulte con el médico lo antes posible.
Sudoración fría
Los mareos y las náuseas pueden también asociarse con otro síntoma: la sudoración fría. Cuando el corazón está débil por la obstrucción de las arterias, se acelera el ritmo cardiaco y la presión arterial. Esto se manifiesta en el cuerpo de varias formas; el sudor frío es una de ellas. Esto ocurre porque, al tener que bombear sangre por arterias obstruidas, el corazón hace un mayor esfuerzo. Como consecuencia, la temperatura corporal aumenta y el cuerpo suda para intentar mantenerla controlada. Este es un síntoma que puede aparecer días antes de sufrir un infarto.
Es importante tener en cuenta que algunas personas no sienten ningún tipo de dolor durante un ataque cardiaco. Cuando esto sucede, se denomina infarto de miocardio silencioso, un tipo de ataque sufrido por aproximadamente un tercio de las víctimas, de acuerdo con un estudio publicado en el Journal of the American Heart Association. Por lo general, es un problema que afecta a los diabéticos (porque su enfermedad lesiona los nervios) o a los mayores de 75 años.
De cualquier manera, en la mayoría de los casos sí se trata de un problema que se puede alertar y, sobre todo, prevenir. Algunos médicos aseguran que hasta el 90% de los infartos pueden prevenirse si se lleva un estilo de vida más saludable.
Entre las recomendaciones de los expertos está consumir una dieta sana, realizar ejercicio físico regularmente y evitar el consumo de cigarrillos. Y, como forma de prevención, en especial para quienes ya han sufrido un ataque al corazón, es recomendable tomar medicamentos como Aspirina 100®, porque pueden ayudar a reducir hasta en un 30 % el riesgo de sufrir un segundo infarto.
Noviembre 20 de 2018