En el año 1987 un grupo de investigadores del Instituto Colombiano de Antropología dirigido por el arqueólogo Álvaro Botiva, rescató un cementerio prehispánico en el barrio Portalegre de Soacha, el hecho se presentó durante las construcciones que realizaba la Promotora Colmena con fines urbanísticos.
En su momento, un grupo de intelectuales que vivían en el municipio empezaron a hablar de la necesidad de crear un museo en Soacha, idea que se fortaleció con el tiempo a raíz de los sucesivos hallazgos arqueológicos que posteriormente se realizaron en el territorio como los ocurridos cuando se construyó el edificio del Centro Bolivariano y el Teatro Sua al frente del hospital Mario Gaitán Yanguas.
Varias fueron las veces que a los políticos de Soacha se les planteó esa necesidad, inclusive en la década del 90 fueron varias las propuestas que se radicaron para la creación y construcción del museo.
Desde esa época y hasta la fecha, todo lo rescatado en los hallazgos arqueológicos investigados (Tequendama, Aguazuque, Portalegre, San Mateo y Nueva Esperanza), se los llevaron del municipio, amén de lo que se destruyó por la acción criminal y corrupta de algunas constructoras que guardaron silencio y arrasaron a su paso todo lo que encontraron del legado cultural de los colombianos, caso Hacienda terreros y calle Sexta Este de San Mateo. Ver: Crónica de una destrucción anunciada
Con la construcción de la subestación de energía Nueva Esperanza realizada por EPM en Soacha, se descubrió y se realizó el rescate del mayor hallazgo arqueológico de los últimos tiempos en Colombia, proyecto energético que tuvo una inversión de $ 435.742 millones de pesos. Ver: NUEVA ESPERANZA EN CIFRAS
Durante la construcción de la subestación, EPM realizó intervenciones en las 95 veredas del área de influencia del proyecto, dejó 97 proyectos de participación voluntaria para mejorar la calidad de vida de las familias que habitaba las zonas de influencia, intervenciones que fueron concertadas con las administraciones municipales y las mismas comunidades.
Mientras que en los demás municipios donde pasó el proyecto energético Nueva Esperanza de EPM considerando el manejo de impactos, el rescate arqueológico, las compensaciones ambientales y los proyectos de participación voluntaria, las intervenciones llegaron a más de $ 45.000 millones pesos, en Soacha, epicentro del proyecto, solo se recibió $ 600 millones de pesos. Audio: 80 MILLONES DE DOLARES
Por la ignorancia, falta de liderazgo, grandeza, interés y falta de visión, de las Administraciones municipales de turno (alcaldes Juan Carlos Nemocón y Eleazar González, del secretario de Educación de ese momento, Abel Suárez Mateus y sus directores de Cultura Maritza Bernal y Manuel Ochoa Sanabria), a Soacha por buena voluntad y por compensación de EPM de los $ 435.742 millones de pesos, solamente le fueron invertidos apenas 600 millones, los cuales se utilizaron en la adecuación de un local que se encontraba en obra gris en el edificio del la Secretaría de Educación, y para el montaje y pago de los especialistas que elaboraron el guión explicativo de los hallazgos de Nueva Esperanza. Audio: ALCALDE ELEAZAR GONZALEZ ANUNCIA INVERSION DE $600 MILLONES
Atrás quedó el sueño de tener un verdadero museo en Soacha con salas de exposición, auditorio, biblioteca, hemeroteca, zonas verdes y parqueaderos, que por el valor del proyecto energético, el crecimiento poblacional de la ciudad de Soacha, y la importancia de lo hallado en Nueva Esperanza, lo ameritaba.
Lo lamentable de todo, es que el municipio se conformó con la adecuación de una pequeña sala de exposiciones, cuando en realidad pudo contar con un verdadero museo, cuya sede debió erigirse en un edificio inteligente propio de una ciudad moderna, destinado al servicio de la población.
Y es que el momento era clave, pues EPM, Codensa, la Gobernación de Cundinamarca, el Ministerio de Cultura, Findeter, disponían de los recursos y la intención de invertir en Soacha, pero lastimosamente, los dirigentes de turno nunca tuvieron una visión clara de una política pública cultural, pues lejos estaban de realizar estudios de factibilidad de un megaproyecto, así como de la ubicación de un terreno para su construcción. Si esa dirigencia estuviera a la altura de las necesidades culturales del municipio, el museo sería una realidad. Hoy, con desdicha, apenas contamos con una sala de exposición, que aunque digna, dista mucho de ser llamado el “Museo arqueológico más grande del país”.
¿Museo o Sala Arqueológica?
En febrero de 2018, EPM, Codensa y la Alcaldía de Soacha, inauguraron la primera exposición de arqueología de la ciudad con la apertura de la muestra temporal Nueva Esperanza, exposición montada en la sala ubicada en el primer piso de la Secretaría de Educación.
Todos coinciden que la muestra que afortunadamente se mantiene abierta, es una importante exposición ensamblada en una bella y apropiada sala, con una excelente atención por parte de expertos contratados, sin embargo, difiere de ser “el museo arqueológico más grande del país”(sic), tal cual lo manifestó el licenciado Eleázar González en una reciente entrevista concedida a Caracol Radio. Audio: DECLARACION DEL ALCALDE ELEAZAR GONZALEZ A CARACOL RADIO
No tiene ninguna explicación lo expresado por el primer mandatario local en las declaraciones dadas ante un medio de comunicación nacional de la importancia de Caracol Radio, pues son un completo exabrupto, una exageración fruto de una mala asesoría que debe tener una aclaración.
Tal vez el comentario desatinado del alcalde Eleázar, parezca anecdótico y digno de aplauso por sus áulicos y seguidores, pero en realidad constituye un disparate, que a oídos de cualquier ciudadano producen sonrojos y vergüenza ajena. El punto es que atreverse a decir que la sala de la muestra arqueológica es “Museo”, y de contera señalar que es el “más grande del país”, raya en lo absurdo, pues supone que es superior al Museo del Oro de Bogotá, o del Parque Arqueológico de San Agustín, inclusive del Museo Nacional, por citar algunos. Un comentario de ese calado no le queda bien al hombre que representa al municipio, pues se asemeja a una versión chovinista local, propia de los politiqueros soachunos en plena campaña electoral.
Si de proporciones se trata, tal vez el Alcalde confundió el “Museo” con la página web “Soy soachuno”, esa sí, la página web más costosa de Colombia.
Enero 9 de 2019