A pocos metros de la casona de la antigua Hacienda Terreros en el sector de San Mateo restos óseos de antepasados indígenas yacen esparcidos entre las basuras víctimas del afán de lucro de las empresas constructoras y la venalidad e ineptitud de las autoridades de Soacha.
En el barrio San Mateo existe una calle en construcción completamente abandonada, a simple vista parece una calle más, sucia y polvorienta como muchas otras que tiene la ciudad.
Pero al internarse con cuidado en ella se encuentra de repente con las huellas de la destrucción del patrimonio arqueológico de la nación. La empresa constructora de la vía de manera totalmente irresponsable intervino el terreno y en la más completa impunidad borró de un plumazo los vestigios de un pueblo que en épocas remotas habitó este lugar.
A lado y lado de la vía junto a tubos abandonados yacen partes de restos óseos de humanos y de cerámica precolombina mezclados con las basuras que arrojan los habitantes del sector.
La carrera cuarta que cruza de sur a norte el sector de San Mateo a la altura de la antigua casona de la Hacienda Terreros se convierte en prueba fehaciente del desconocimiento y poca valoración del Patrimonio Arqueológico por parte de las autoridades del municipio de Soacha.
Da vergüenza ver la indiferencia de los funcionarios de la Administración y de los entes de Control respecto a la defensa del Patrimonio Arqueológico de los colombianos, tampoco tiene justificación el completo silencio e ineficiencia de una entidad pública como el ICANH, encargada por la ley de evitar este tipo de situaciones.