Para homenajear a las víctimas de los ‘falsos positivos’, que se presentaron hace diez años en Soacha y Bogotá, el próximo 14 de octubre se realizará una caravana desde Soacha hasta Ocaña, Norte de Santander. Sus familiares siguen esperando verdad y justicia.
Entre enero y agosto del 2008, 19 jóvenes procedentes del municipio de Soacha y de Bogotá desaparecieron sin dejar rastro. Estos muchachos no se conocían entre sí y sus familias tampoco. Después de meses de búsqueda, sus seres queridos recibieron la noticia de que los cuerpos sin vida de los jóvenes fueron hallados en cementerios y fosas comunes de Ocaña y Cimitarra, Norte de Santander. Y no solo eso. Habían sido presentados como guerrilleros dados de baja en combates con la Brigada 15 del Ejército Nacional.
Luego se conoció que desde el 2005, el Ministerio de Defensa estaba aplicando una directiva (firmada por Camilo Ospina Bernal, ministro de Defensa en el gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe Vélez), que les otorgaba recompensas a los militares por cada captura o abatimiento de un líder de organizaciones al margen de la ley.
Los casos de los jóvenes desaparecidos en Soacha y Bogotá presentaban características similares. En su mayoría, eran muchachos que provenían de familias pobres o campesinas con profundas necesidades, que buscaban oportunidades laborales para salir adelante y apoyar a su núcleo familiar.
Desde entonces, y a pesar de las constantes amenazas que han tenido que enfrentar, las madres de Soacha se empezaron a reunir en las plazas públicas, universidades y colegios, para denunciar la desaparición y asesinato de sus hijos, y exigir que se cuente la verdad y se haga justicia frente a estos crímenes cometidos por las Fuerzas Militares. Además, crearon la fundación Madres Falsos Positivos Suacha y Bogotá (MAFAPO). Para ellas, nombrar su territorio como Suacha, y no Soacha, es parte de la identidad que se dieron a sí mismas y a la fundación.
Las muertes de los 19 jóvenes de Soacha y Bogotá no fueron casos aislados. El capítulo de los ‘falsos positivos’ en Colombia, fue sistemático y afectó a las comunidades más vulnerables. Según el libro “Ejecuciones extrajudiciales en Colombia 2002–2010”, escrito por Omar Eduardo Rojas Bolaños, oficial retirado de la Policía, en ese período de tiempo se habrían presentado en el país 10 mil casos de ejecuciones extrajudiciales.
Como cada una de las familias lleva el proceso judicial de forma individual, después de 10 años hay algunos casos en lo que no se ha celebrado ni una sola audiencia, y muchos otros que se han enfrentado a constantes prórrogas. Por eso, el pasado 14 de septiembre, la Fundación MAFAPO presentó ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) un informe, en el que solicitaban garantías de seguridad para continuar trabajando en conjunto y llegar a la verdad.
El próximo domingo 14 de octubre MAFAPO conmemorará en Ocaña, Norte de Santander, la vida de los 19 jóvenes silenciados hace diez años. Con este encuentro, que tiene el lema “10 años vivas y unidas por la verdad”, las madres y familiares de los jóvenes buscan crear una plataforma de interlocución, para seguir hablando sobre las ejecuciones extrajudiciales y los múltiples obstáculos que han tenido para llegar a la verdad.
El evento contará con la participación de artistas locales y nacionales, y con movimientos sociales. Además, se realizará una rueda de prensa en que se hará un recorrido por los diez años de lucha de estas mujeres, y por las deudas que el sistema judicial y el país todavía tiene con ellas.