Como una pequeña y mediocre reforma para aplacar las críticas contra el Congreso de la República fue reconocido el acto legislativo con el cual se reduce el periodo de receso que tienen los congresistas.
El proyecto del Centro Democrático fue aprobado por unanimidad en cuarto debate en la plenaria del Senado con 79 votos a favor y ninguno en contra, lo que significa que pudo salir adelante en primera vuelta.
La iniciativa se salvó a último momento, ya que si no se hubiese aprobado antes del domingo 20 de junio, la misma se hubiera hundido por tiempos. Como se trata de una reforma constitucional, a la misma aún le resta su aprobación en segunda vuelta, es decir, en otros cuatro debates después del 20 de julio, para que pueda ser realidad.
El autor del proyecto es el representante del uribismo, Gabriel Santos, quien ha explicado en todos los medios de comunicación nacionales que el objetivo es reducir las ‘vacaciones’ del Congreso, que hoy son de cuatro meses, a tres meses.
“Al ser una modificación a la Constitución, tenemos que darle cuatro debates el siguiente semestre, pero es un mensaje positivo a la ciudadanía de que este Congreso, por primera vez en la historia y por pequeña que se la modificación, ha decidido legislar en contra de sus privilegios que son tan vergonzosos. Queremos un Congreso de cara a la ciudadanía y lo vamos a hacer y esperamos que esta modificación abra la puerta a las grandes reformas que exigen los jóvenes”, señaló.
La idea es que el periodo legislativo ordinario en el primer semestre del año no comience el 16 de marzo, sino el 16 de febrero, lo cual implica una reducción de un mes en el periodo de receso que tienen los parlamentarios.
El senador uribista Santiago Valencia, quien fue el ponente de este acto legislativo, dijo que la propuesta brinda un aporte positivo al fortalecimiento de la institucionalidad del Congreso de la República.
“Este es un poderoso mensaje para la ciudadanía en épocas tan difíciles para las instituciones. No es para hacer más leyes, es para mejorar las que hacemos y tener más calidad en los debates porque tendremos más tiempo para hacerlo mejor”, manifestó.
El senador Armando Benedetti coincidió con Gustavo Bolívar en que “cuatro meses de vacaciones del Congreso son un descaro”. Además, Benedetti indicó que “las vacaciones del Congreso son cuando los senadores no representan a nadie y sólo se aprueban las leyes de los que tienen poder y plata”.
Trabajar si, pero no en tiempo de campaña electoral
Aunque el proyecto fue aprobado por unanimidad, durante la discusión del mismo, la senadora del Centro Democrático, María del Rosario Guerra, propuso introducir una modificación para que dicha reducción de un mes en las vacaciones, no opere para el último año de legislatura, para que los congresistas “tengan tiempo de hacer campaña electoral”.
“Propongo que cada cuatro años, cuando coincida el periodo de elecciones del Congreso, la legislatura no sea a partir del 16 de febrero, sino a partir del 16 de marzo, por cuenta de las elecciones. Que cada cuatro años, en esa última legislatura, los senadores que aspiren tengan la posibilidad de hacer trabajo en el terreno”, sostuvo.
Como era de esperarse, este planteamiento fue respaldado por la mayoría de legisladores, que consideraron que es también importante la labor que desempeñan en las regiones con los ciudadanos.