En pocas palabras, una muestra de cómo el ingeniero Rodolfo no tiene las cualidades para ser presidente de Colombia
El ingeniero Rodolfo ha despreciado a los trabajadores y sus organizaciones sindicales con los cuales ha aplicado el autoritarismo y la arbitrariedad
En las competencias electorales los diversos equipos de campaña lanzan diversas estrategias.
Una entre muchas, consiste en mostrar los aspectos positivos del candidato.
En esta oportunidad dedicaré estas cortas líneas a mostrar cómo el ingeniero Rodolfo no tiene las cualidades para ser presidente de Colombia.
Lo primero en decir, es que estamos ante una persona totalmente corrupta. Fue sancionado por la Procuraduría con la destitución como concejal de Piedecuesta, por estar incurso en contratación indebida con la administración municipal.
Hoy Rodolfo es imputado por la Fiscalía en proceso penal por indebido interés en la celebración de un contrato de asesoría siendo alcalde de Bucaramanga, sobre el relleno sanitario del Carrasco con la firma Vitalogic, en la cual tenía presencia uno de sus hijos. Como diría Rafael Pombo, donde haya queso no mandéis gatos. Y él fraudulentamente dice ser el candidato anticorrupción. A quién engañas abuelo, diría la nieta.
Rodolfo no da la cara en estos debates presidenciales de segunda vuelta, ocultándose y así ocultándole al elector sus verdaderas propuestas y opiniones. Una persona que aspire a la primera magistratura del estado y que de serlo estaría expuesto todo el tiempo durante 4 años, no puede esconderse y privar a su electorado y a la opinión pública del país saber cómo desempeñarse frente a debates y propuestas que la gente a través del periodismo quiere saber y entender. Estamos ante la misma estrategia y ante el mismo contradictor que realizó Iván Duque. Hoy sabemos por qué lo hizo, pues no estaba preparado y además solo repetía las fórmulas del establecimiento neoliberal y el señor de la guerra, el innombrable. ¿Vamos a repetir la triste y trágica historia? Conocemos la historia, no tenemos por qué repetirla.
El viejo aprendiz Rodolfo, porque el nuevo aprendiz Iván Duque está de salida, así como dice una cosa dice la otra. Una entre muchas para no fatigar el escrito. Impondrá una jornada laboral de 10 horas con solo media hora para el almuerzo. Cuando se le recordó que la jornada laboral de 8 horas es un mandato internacional de OIT y la ley en el código Sustantivo del Trabajo y por tal un derecho de más de un siglo, que le costó a los trabajadores del mundo, sangre, sudor y lágrimas, dijo que aclaraba que él se refería era a su equipo de gobierno. En esta oportunidad, debe reconocerse no contestó que se limpiaba el culo con esa ley. Eso lo dijo fue refiriéndose a lo que más le suena, un jugoso contrato y por eso la ley no cuenta. Y entonces procede a despedir a quién le requirió que tenía que atenerse a la ley. Es el colmo de todo déspota.
Rodolfo ha sostenido que su primer acto de gobierno el 7 de agosto es declarar la conmoción interior. Es decir, gobernar por lo menos tres meses de manera unilateral y por tal dictatorial. Como lo hizo Uribe en agosto de 2002 recién posesionado en su primer período, no importa que después la Corte Constitucional se la tumbe. Para ese momento ya habrá hecho sus malabares para sus intereses, no los del país.
Rodolfo no tiene una bancada propia en el Congreso. Escasamente 2 representantes en la Cámara de un total de 295 congresistas. Es decir, estará cercado y a la merced de las mayorías en el Congreso, que han gobernado en los últimos 20 años, de los corruptos que él dice combatir. ¿Cómo va a lograr gobernar? A un llanero solitario, solo le quedan las balas de plata.
Rodolfo no conoce los organismos internacionales. Confunde al secretario de la OEA, Luis Almagro como si fuera el presidente o director de la ONU. Cree que una ley se puede tramitar en escasos días. Y como el solo sabe quién sabe lo que Usted no sabe, no puede lograr una conversación precisa, sostenible y con propuestas realizables con algún interlocutor político, empresarial o social. Conversaciones perdidas.
Además de estas delicadas cosas, es misógino, violento, irrespetuoso y discriminatorio con los «hombrecitos» pobres que sólo los ve como vacas lecheras para amasar grandes fortunas. Ha despreciado a los trabajadores y sus organizaciones sindicales con los cuales ha aplicado el autoritarismo y la arbitrariedad, despidiéndolos cuando fue alcalde de Bucaramanga he intentado acabar los sindicatos, incluso recurriendo a crear nuevas empresas públicas o intentando privatizarlas.
Todo esto es apenas una corta muestra, de un cúmulo de barbaridades de su excentricismo desaforado con el cual ha ganado notoriedad.
Pero todo esto que no estaba claro en la primera vuelta, se ha venido decantando. Y a pesar de todos los esfuerzos de sus estrategas por ocultar al impresentable Rodolfo, el país viene notificándose de que, el ingeniero representa el cambio, sí, pero regresivo, al más claro continuismo.
Posdata: El 19 de junio votemos por el cambio y contra la corrupción que encarnan Gustavo Petro presidente y Francia Márquez vicepresidenta. No nos equivoquemos ni nos dejemos engañar. Y cuidemos los votos de Petro.
Twitter: fabioariascut
*Las opiniones expresadas en este artículo de opinión son del autor y no de SOACHA ILUSTRADA.