“Optimistas y pesimistas contribuyen a la sociedad. El optimista inventa el avión, el pesimista el paracaídas”. Bernard Shaw
Mientras las fuerzas políticas que integran el PACTO HISTORICO van configurando el nuevo gobierno con la conformación del Congreso de la República, el gabinete ministerial, las casi doscientas direcciones de Instituciones nacionales de todo orden, las nuevas representaciones diplomáticas y se realizan diferentes anuncios propios del inicio del recién elegido mandato bajo un escenario inédito, desde las entidades territoriales departamentales y municipales se percibe desde ya una intensa actividad política que caracterizará lo que resta de 2022 y lo que será en 2023.
A esta dinámica política no escapa nuestra ciudad. Empiezan desde ahora a sonar con insistencia en diferentes sectores políticos nombres de aspirantes, se especula en los partidos sobre quiénes serían los más probables candidatos, se hacen cálculos de sumas, restas y divisiones políticas y electorales.
Las numerosas y diversas aspiraciones de los partidos políticos tradicionales locales tienen en frente un verdadero reto en función de los resultados de la elección presidencial del 19 de junio, en el que el nuevo escenario político no les es del todo favorable, pero será un referente en la definición de las estrategias que cada partido o coalición desarrolle con miras a ejercer el poder local y departamental
La polarización que ha caracterizado el debate político nacional y que, por supuesto se ha trasladado al ámbito local y departamental, hace necesario plantear el interrogante ineludible de que tan oportuno y necesario sería un PACTO POR SOACHA.
Es claro para quien estas líneas escriben, que aquí la polarización históricamente ha adquirido otras características, matices y protagonistas en tanto que la confrontación se ha presentado esencialmente entre las elites políticas tradicionales locales en la lucha por el poder sin importarles poco o nada el desarrollo local, y sobre todo sin importarles el mejoramiento del bienestar general de los ciudadanos, razón suficiente que explica el grave deterioro histórico de la calidad de vida de sus habitantes
Para todos es más que claro que las características demográficas y socioeconómicas de los ciudadanos que hoy habitan el territorio de Soacha, presentan una serie de problemas estructurales cuya solución pasa por un gran acuerdo local, toda vez que esas problemáticas representan la más elaborada síntesis de la crisis económica, política y social que afronta el país
Aún más. Tan así ha sido la obsesión de poder de las elites políticas locales, que perdieron de vista desde hace mucho tiempo hasta su propia proyección en la política regional y nacional, hasta el punto que la representación política del municipio en el ámbito departamental y nacional presenta una esporádica y pobre representación, en la que se ha privilegiado naturalmente la autosatisfacción de un ejercicio político sin trascendencia, perdiendo de vista en el horizonte la posibilidad real de influir significativamente en la política departamental y nacional porque “El árbol no los ha dejado ver el bosque”.
*Las opiniones expresadas en este artículo de opinión son del autor y no de SOACHA ILUSTRADA.