Nube de espuma tóxica cubre barrio de invasión en Soacha

La capa de espuma tóxica alcanzó los cinco metros de altura y cubrió varias viviendas.

Con una nueva emergencia por espuma tóxica amanecieron los habitantes del barrio Villa Esperanza-El Barreno en Soacha. Residentes del sector denunciaron que no es la primera vez que se presenta esta situación, incluso, la espuma alcanzó los cinco metros de altura.

La emergencia que se produjo en la noche y la madrugada, surgió como consecuencia de varias horas de intensa lluvia y de una abundante capa de espuma que se formó y se dispersó por las calles cubriendo e ingresando a las viviendas de este sector de invasiones.

La espuma, según los ciudadanos, baja por un caño de la zona que trae las aguas del rebosadero del antiguó embalse de Terreros.

Aunque el fenómeno es recurrente, las fuertes lluvias provocaron el aumento del caudal del caño y, de manera conjunta, la producción espumosa que forma parte de las aguas residuales contaminadas, las cuales terminaron expandiéndose por el sector.

La espuma toxica que invadió el sector terminó incluso entrando en las viviendas, a donde llegó el Cuerpo de Bomberos de Soacha a cubrir la emergencia, quienes aseguraron, que no se podía hacer mucho porque la espuma era difícil de controlar por las lluvias, que la intensificaba, y por la falta de maquinaria adecuada en ese momento.

Esta emergencia se habría producido por la cantidad de jabones, detergentes y otros químicos que son arrojados al sistema de alcantarillado ilegal que cae al embalse, denunciaron los residentes del sector, quienes, además, dijeron que cuando la espuma llega al barrio, “no se ve nada y no hay paso”; la espuma tapona completamente las calles de entrada a Villa Esperanza-El Barreno.

A la inmensa capa de espuma que ocurrentemente invade el sector de invasiones, se le suma un insoportable olor fétido que se introduce por puertas y ventanas.

En las horas de la mañana el Cuerpo de Bomberos de Soacha y funcionarios de la Administración Municipal se encargaron con chorros de agua dispersar la inmensa capa de espuma que cubría gran parte de las viviendas rivereñas al caño de aguas negras.

Al despejarse el área se pudo notar la cantidad de basura, palos, llantas y animales muertos que taponan el cauce del caño, situación que según los moradores lleva así más de 20 años.

La Defensoría del Pueblo explicó que se está asistiendo a las comunidades y ya se realiza un seguimiento de la situación ambiental que «se presenta, debido al aumento de espuma en la zona, que ha incrementado por las lluvias recientes«.

En el recorrido con representantes del Comité de Verificación de la sentencia del río Bogotá, dialogamos con líderes del sector y comunidad afectada. Se realizaron tomas de muestras del líquido que serán procesadas en laboratorio por parte de las autoridades ambientales.

La Defensoría denunció deslizamientos en la zona, mala disposición de residuos y ausencia de servicios de acueducto y alcantarillado, lo que influye sobre las condiciones del caño, el riesgo de inundación, la afectación ambiental y los riesgos para la salud pública.

Por su parte la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) manifestó que adelanta pruebas y estudios técnicos a través de su Dirección de Laboratorio para identificar la toxicidad y riesgo que puede representar para las comunidades esta espuma que proviene de afluentes del Río Bogotá.

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