Una nave de la NASA se estrelló el pasado lunes a toda velocidad contra un asteroide para desviar su trayectoria en el espacio, en lo que supone el primer ensayo de la humanidad para defender a la Tierra de la colisión de futuros objetos espaciales.
La nave conocida como DART, se estrelló a una velocidad de 6,4 kilómetros por segundo contra la superficie del asteroide Dimorphos, ubicado a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra.
Aunque el impacto pudo verse en la retransmisión en directo de la NASA, los científicos tendrán que esperar días o incluso semanas para ver si la nave no tripulada ha logrado alterar ligeramente la órbita del asteroide.
Es la primera vez en la historia de la humanidad que se intenta cambiar la trayectoria de un cuerpo celeste, en un intento de proteger a la Tierra de meteoritos similares al que hace 66 millones de años provocó la extinción de los dinosaurios.
La nave que efectuó el viaje es conocida como DART, siglas en inglés de Prueba de Redirección de un Asteroide Doble; mide casi lo mismo que un frigorífico o una máquina expendedora de comida, y su construcción costó más de 330 millones de dólares.
Por su parte, el asteroide contra el que se estrelló se llama Dimorphos, “dos formas” en griego. Es un cuerpo espacial de 160 kilómetros de diámetro parecido a una luna y que gira en torno a otro asteroide más grande llamado Didymos, de 780 metros de diámetro y cuyo nombre significa “gemelo” en griego.
Juntos forman parte de lo que se conoce como un sistema de asteroide doble y fueron seleccionados por la NASA porque no suponen ninguna amenaza para la Tierra.
Los científicos de la NASA creen que el impacto de DART sobre Dimorphos puede haber provocado un cráter y lanzado pequeños fragmentos rocosos al espacio.