En las ciudades de Bogotá y Soacha, World Vision ha desarrollado diversas acciones para concientizar sobre el cuidado del medio ambiente y generar espacios de producción de alimentos que permitan una nutrición balanceada para la niñez más vulnerable.
La crisis mundial de seguridad alimentaria y la lucha constante contra el cambio climático son dos factores a los que World Vision a través de diversas acciones busca hacer frente. En este escenario, en la ciudad de Bogotá y Soacha, se han venido desarrollando talleres y acompañamiento a las comunidades para promover prácticas responsables con el medio ambiente y que permitan un auto sostenimiento alimenticio.
En la localidad de Ciudad Bolívar, World Vision junto a socios locales como la Fundación San Antonio y la Junta de Acción Comunal (JAC), han estado impulsando el uso, cuidado y protección de 3 huertas comunitarias que tienen como objetivo generar alimentos, concientizar sobre el cuidado del medio ambiente e incluso aportar en la construcción de espacios seguros y libres de violencia para la niñez y la comunidad.
“Acá tenemos maíz, arracacha, cilantro, tomate, acelga, pepino, lechuga, papa, mejor dicho, hay más de 45 clases de alimentos. Creo que es algo muy bonito coger un tomate y comérselo con agrado y sentir el sabor natural y diferente”, explica Alexandra, presidenta de la JAC y quién por más de 5 años ha liderado estos espacios.
Igualmente, Carmenza, quien fue voluntaria de World Vision e hizo un diplomado en educación ambiental con World Vision y la Fundación San Antonio, afirma: “fuimos construyendo este proyecto apoyado por estas dos organizaciones, quienes creyeron en nosotros como líderes (…) Después de todo esto, uno de los logros más significativos es ver a los abuelos utilizar estos espacios con mucha nostalgia, para ellos es como volver a ser niños y estar en el campo”.
Si bien estas huertas han sido lideradas desde la comunidad, World Vision ha apoyado su desarrollo y cuidado con acciones como:
Movilizar recursos institucionales y humanos para contribuir en el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes, incentivar la participación de lideres comunitarios en la formación en un diplomado organizado por la Fundación San Antonio, hacer posible el acompañamiento de otras entidades y la entrega de algunos suministros que incrementaron la motivación de los participantes.
Asimismo, en el municipio de Soacha, World Vision durante el mes de febrero y marzo desarrolló diversos talleres en los que buscaba concientizar a la comunidad estudiantil sobre los riesgos ambientales locales y las diversas formas cómo se pueden mitigar.
En los últimos meses, el fenómeno de la niña ha generado consecuencias para las familias por situaciones de inundaciones y deslizamientos. Igualmente, el fenómeno del cambio climático ha generado un aumento considerable de temperatura lo cual pone en mayor riesgo la provisión de alimentos, seguridad de viviendas, vías del territorio, salud humana, biodiversidad y recursos hídrico.
“Considero que nos falta más sensibilidad acerca de las problemáticas que están viviendo varias familias a causa de las malas acciones que hacemos nosotros mismos como seres humanos», «el colegio se ha preocupado por generar espacios y proyectos para generar una transformación», «gracias a World Vision por estar con nosotros en estos espacios donde aún falta bastante de cultura ciudadana”: estos fueron algunos de los testimonios que recogió World Vision en las escuelas.
Con este trabajo, World Vision sigue comprometido con la lucha contra el cambio climático y la promoción de una seguridad alimentaria y nutritiva para las familias más vulnerables en ciudades como Bogotá, Soacha, Cali, Barranquilla, Bucaramanga, Medellín, entre otras.