Un Coronel implicado en los falsos positivos de los jóvenes de Soacha recuperó su libertad por vencimiento de términos, así lo dispuso el Juez Tercero Penal del Circuito Especializado de Cúcuta donde se adelanta el proceso.
En junio de 2009, la Fiscalía le imputó cargos por falsos positivos, al Coronel Álvaro Diego Tamayo, exedecán del Presidente Álvaro Uribe, y comandante del Batallón Santander con sede en Ocaña, Norte de Santander, cuando fueron asesinados los 18 jóvenes de Soacha, Cundinamarca.
El Coronel Tamayo estuvo ocho años preso en el centro de reclusión militar de Puente Aranda en Bogotá, donde el pasado mes de octubre, llegó la orden del Juez Tercero Penal del Circuito Especializado de Cúcuta, de dejarlo en libertad por vencimiento de términos.
Obedeciendo la orden del Juez y para autorizar la salida del oficial destituido, la dirección del centro de reclusión militar confirmó que el Coronel retirado no tiene medidas de aseguramiento.
A pesar que la orden de libertad fue emitida en el mes de octubre de 2016, el Coronel dejó la cárcel solamente tres meses después, luego de pagar 14 millones de pesos como caución.
Rechazo de las Madres de Soacha
Sorprendidas por la decisión del Juez, las Madres de las víctimas rechazaron la medida porque según ellas él debería responder por otros delitos.
“Siento mis derechos violados porque ya entre más días, todo en la impunidad. Son ahora 10 años y no hemos visto resultados, no hemos visto nada”, dijo Flor Hernández, madre de Elkin Gustavo Verano Hernández, una de las víctimas de los falsos positivos de Soacha.
“A mí se me hace raro que le hayan dado la libertad porque en realidad son crímenes de lesa humanidad”, denunció Carmenza Gómez, integrante del colectivo Madres de Soacha.
“Para la familia es muy duro que hayan hecho eso porque es una burla, o sea que la muerte de él no valió nada“, contó Hilda Chacón, tía de una de las víctimas de los falsos positivos de Soacha.
“Me siento apagada porque no quiero que la muerte de mi hijo quede en la impunidad”, puntualizó la señora Hernández.