Lavarse el pelo todos los días puede influir de que tipo de cabello se tiene, si se usa tintes o alisados, si se ejercita, si se suda mucho y hasta que edad se tiene. Los expertos concuerdan en que la grasa no es el enemigo.
Popularmente se cree que lavarse el pelo todos los días puede despojarlo de sus aceites naturales, con lo que se vuelve seco y quebradizo, e irrita el cuero cabelludo.
La conveniencia de enjabonarse el pelo todos los días depende de varios factores, entre ellos, la textura del cabello, su nivel de grasa, el grado de procesamiento, los hábitos de vida y la edad.
El champú limpia el cuero cabelludo y el cabello al eliminar los contaminantes ambientales como el polvo y el polen, además de la caspa, el sudor y los productos para el cuidado del cabello.
También disuelve el sebo, una sustancia aceitosa y cerosa que producen las glándulas sebáceas cercanas a los folículos pilosos. El sebo evita que el cuero cabelludo se reseque demasiado y protege la piel de las infecciones. No obstante, si el sebo se acumula, puede causar problemas.
Los expertos recomiendan que utilizar champú todos los días puede ser la mejor opción para las personas con cuero cabelludo graso, pues es posible que el sebo se acumule y haga que el pelo se vuelva lacio, grasoso y maloliente.
Las personas con cabello delgado quizá también noten que se les engrasa con más rapidez, porque tienen menos pelo para absorber el sebo. En su caso, podría justificarse el lavado diario. También es recomendable para las personas que utilizan con frecuencia productos como geles o aerosoles, que suelen acumularse en el cuero cabelludo y pueden causar irritación, o incluso impedir el crecimiento del cabello, ya que obstruyen los folículos pilosos.
No todas las texturas capilares toleran un lavado diario, por ejemplo, el pelo rizado o las cabelleras tupidas, que tienden a resecarse, se vuelven quebradizos o se rompen si se lava a diario o incluso cada dos días. A las mujeres negras, la Academia Americana de Dermatología recomienda que se laven el pelo cada semana o cada dos semanas.
Hay casos en que las recomendaciones son más estrictas para el lavado del cabello, independientemente de lo fino o grasoso que sea.
“Cuando se trata de la salud del cuero cabelludo, no es recomendable lavarse el pelo todos los días”, esto podría provocar “irritación, inflamación y otros problemas del cuero cabelludo”.
Los tratamientos químicos, como los tintes y los alisados, hacen que el tallo piloso sea más propenso a dañarse, por eso se recomienda lavar el cabello sometido a tratamientos químicos dos o tres veces por semana.
Algunos medicamentos, como las estatinas, los antihistamínicos y los diuréticos, también pueden aumentar la sequedad de la piel y el cuero cabelludo. Si se toma, se recomienda lavarse el pelo con un champú suave que contenga humectantes para evitar la resequedad y la irritación.
También puede ser útil usar champú con agua tibia en lugar de agua caliente, ya que hacer espuma con agua caliente puede eliminar demasiada grasa del cuero cabelludo.
“Si bien puede parecer que tener el cuero cabelludo absolutamente limpio y sin aceites es óptimo, hay que tener en cuenta que el cuero cabelludo es una parte viva del cuerpo”, dice un experto.
La edad también influye en la frecuencia de lavado. La producción de sebo suele ser lenta en la primera infancia, se dispara en la pubertad, se estabiliza en la edad adulta y se ralentiza de manera gradual a partir de los 70 años. Por lo tanto, si se es mayor, quizá el cuero cabelludo esté más seco y no necesite un lavado diario.
Casos en que se hace ejercicio con regularidad
Si se ejercita habitualmente y se suda en exceso, la sal del sudor puede obstruir los poros y los folículos pilosos. En ese caso se requiere un lavado o enjuague diario para eliminar la sal y las secreciones. Si al menos no se enjuaga el pelo después del ejercicio, se puede inflamar los folículos pilosos, lo que se llama foliculitis, y pueden salir granos en el cuero cabelludo.
Es posible que si se tiene el pelo graso, es necesario lavárselo todos los días, pero no siempre es necesario utilizar champú.
“Alternar entre un lavado con champú y un enjuague con agua cada dos días ayuda a minimizar la pérdida de grasa del cuero cabelludo”, a veces con empapar el pelo con pura agua “es suficiente para llegar al día siguiente”.
Ahora bien, si no se puede prescindir del uso del champú, se recomienda optar por una fórmula suave que tenga la leyenda “sin sulfatos” o “suave” en la etiqueta, y evitar el agua caliente y frotar en exceso, pues eso irrita el cuero cabelludo.
En cuanto al secado, es recomendable el secado al aire siempre que sea posible, “que es lo menos traumático para el cabello”.
Es importante siempre tener en cuenta que si se lava el cabello todos los días y el cuero cabelludo no está irritado, el cabello no está seco ni quebradizo y no se está perdiendo cabello, “entonces es mejor seguir haciendo lo que se ha venido haciendo”.