¿Al Alcalde quién lo ronda?

Por Ángel Humberto Tarquino

Está próximo a terminar uno de los periodos de gobierno más controvertidos y cuestionados de la historia política y administrativa de Soacha tanto por el resultado de las obras con las que Juan Carlos Saldarriaga se comprometió en su programa de Gobierno, como por el continuo cuestionamiento al que se ha visto enfrentado por la ciudadanía, por los organismos de control y en varias ocasiones por la mal llamada prensa nacional.

En una farsa de participación democrática construyó el Plan Municipal de Desarrollo a la medida de sus intereses y expectativas económicas con la más baja participación ciudadana que se tenga noticia. La creación de la empresa Catastro Avanza que hoy lo tiene en la mira de los organismos de control por la naturaleza jurídica de la misma, y el desproporcionado y abusivo incremento del impuesto predial, fruto de la “actualización” hecha a raja tabla, que dio lugar a la protesta social, se corroboró con las sanciones económicas impuestas a su administración por la Superintendencia de Notariado y Registro.

El periodo de pandemia puso al descubierto la total ineficiencia del sistema de salud de la ciudad y la necesidad urgente de contar con el hospital de tercer nivel, pero, sobre todo, puso al descubierto el perverso criterio con el que atendió a la población, priorizando el apoyo a sus electores antes que a población vulnerable.

Endeudo a la ciudad para construir obras que, si bien son necesarias, no son prioritarias y que, de haber sido realidad y suntuosas como el famoso puente de vidrio, habrían contrastado con la pobreza y el olvido del lugar donde las adelantarían para que propios y extraños se extasiaran con las fétidas aguas del río Bogotá, generando un alto déficit fiscal y una deuda que recaerá sobre los ya menguados recursos del municipio que terminaran pagando los ciudadanos.

Tan deplorable espectáculo de politiquería de la peor calaña que ha venido promoviendo el mandatario en favor de su candidato no ha tenido límites ni escrúpulos, pues luego de conocerse la sistemática presión a la que viene sometiendo a sus funcionarios y denunciadas por los medios de comunicación, la presión la ha hecho extensiva a los familias para que demuestren su apoyo colocando en riesgo su integridad y su vida.

La tan publicitada y costosa recuperación de la malla vial, no solo no superó los principales accesos de cada comuna, sino que las vías internas de los barrios permanecen en un grave y creciente estado de deterioro y abandono, mientras el mandatario disfrutaba de prolongados y costosos viajes al exterior pagados con los recursos públicos sin que ellos hayan representado contribución alguna a la solución de las problemáticas de la ciudad como el déficit de aulas para educación finalizando su gobierno sin construir ni una sola aula.

Juan Carlos Saldarriaga

Su administración logro conformar una coalición a su favor en el Concejo Municipal, que más que cumplir con el mandato constitucional de hacer riguroso control político, se dedicó a aprobar todas las iniciativas del gobierno a cambio de cargos, cuotas y contratos en virtud de los interminables compromisos burocráticos contraídos durante su campaña.

Dicha coalición de gobierno adoptó una postura servil e incondicional de sumisión al mandatario aprobando cuanto proyecto presentó y cuyo denominador común fue la afectación del interés general de los ciudadanos.

Hoy, esos mismos personajes aspiran a reelegirse contra toda evidencia revelando una total actitud de vasallos en la que logro convertir al Concejo Municipal en el que se tranzó el interés común por las tentaciones burocráticas por la defensa de los derechos de los ciudadanos, mientras su responsabilidad constitucional del control político termino prostituyéndose ante ellas. Si alguien tiene la verdadera responsabilidad política de la debacle, ella debe recaer sobre quienes hoy pretenden reelegirse al concejo municipal como si acaso lo merecieran.

La mayoría de esos funestos personajes intentarán atornillarse aún más a la curul luego de tres cuatro y hasta cinco periodos en los que los resultados de su gestión de control son totalmente nulos y en contra del bienestar de los ciudadanos porque han priorizado el fortalecimiento y crecimiento de sus clientelas para permanecer indefinidamente en el poder.

Esas actuaciones contra sus propios electores y contra el interés general de la ciudadanía deben ser castigados en las urnas el 28 de octubre.

ahtarquinog@gmail.com

*Las opiniones expresadas en este artículo de opinión son del autor y no de SOACHA ILUSTRADA.