Luego de una denuncia realizada por la misma comunidad, la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial La Macarena (Cormacarena) identificó una nueva modalidad de deforestación que amenaza seriamente los ecosistemas y la biodiversidad del territorio.
Se trata del envenenamiento inducido a los árboles a través de la aplicación de sustancias químicas letales, que deja como resultado la muerte de dichas plantas.
En la verificación realizada por Cormacarena en una zona boscosa se logró identificar un alto grado de biodiversidad entre flora y fauna, además de una gran cantidad de árboles secos con un patrón común de intervención antrópica, que corresponde a una perforación en forma cilíndrica y uniforme a nivel del tronco, presuntamente producida con un taladro.
“Se encontró un patrón común: una perforación con un taladro a un metro del fuste (raíz) del árbol, a la que luego le introducía sustancias químicas que están generando la muerte progresiva y lenta de los arbustos”, aseguró el subdirector ambiental de Cormacarena, Ronald Lozano.
En otra parte del mismo bosque la autoridad ambiental encontró tala de otros árboles por cortes uniformes en los que abrían sido utilizada motosierra para tumbar las especies vegetales.
Lozano dijo que cómo la investigación está en curso, aún no se atreven a revelar el lugar preciso del envenenamiento de los árboles y tampoco han establecido con precisión la sustancia o sustancias que utilizaron para darle muerte a los arbustos.
Pero puso de presente que ese bosque hace parte de un corredor ecológico de especies endémicas a las que se les causa un daño enorme como el mono Socay o Zocay, que ya no van a tener por donde transitar.
Ante este panorama y con la evidencia recolectada, Cormacarena trasladará los informes a la Fiscalía para que adopte medidas penales contra los responsables del arboricidio, mientras tanto, inició la correspondiente investigación administrativa ambiental con el fin de imponer a los responsables, en el marco del debido proceso, las sanciones administrativas y medidas de compensación establecidas en la Ley 1333 de 2009.
Cormacarena advirtió a la comunidad que esta práctica criminal ya se encuentra ampliamente documentada por los profesionales en ingeniería forestal de la corporación e informó que esta afectación no permite evadir la acción sancionatoria y punitiva de las autoridades, por el contrario, permite evidenciar el daño ambiental generado que posibilita imponer las más altas sanciones administrativas y penales.