La opinión pública sabe que el origen de dichos recursos no proviene solo de la generosidad del emperador, sino que se deben interpretar como retribución del gobernador a “Perico” por su apoyo al ingreso de Soacha a la Región Metropolitana Bogotá Cundinamarca.
Cerca de cumplir el primer año de gobierno de “Perico” los resultados dejan más dudas y preocupaciones que satisfacciones a sus electores porque la criatura parida evidencia graves signos de anomalías genéticas propias de las tradicionales formas politiqueras de ejercer el poder.
El que se haya priorizado el ingreso de Soacha al nuevo esquema de organización territorial de la Región Metropolitana Bogotá Cundinamarca (RMBC), dejando para después la urgencia del Plan de Ordenamiento Territorial y el Plan Municipal de Desarrollo, prueba por un lado, un serio síntoma de sumisión y servidumbre del gobierno local al mandatario departamental, y por el otro, que esa sumisión responde a la lógica según la cual se ordena desde fuera (RMBC) y se obedece sumisamente desde dentro, (Alcaldía).
Los compromisos adquiridos por el monarca con el siervo “Perico” el 16 de agosto pasado, cuyo monto asciende a casi medio billón de pesos, parecen ser la tabla de salvación lanzada al mandatario local ante la grave crisis fiscal que afronta el municipio que solo sirve de maquillaje a la deficiente gestión de “Perico” durante su primer año de gobierno.
La opinión pública sabe que el origen de dichos recursos no proviene solo de la generosidad del emperador, sino que se deben interpretar como retribución del gobernador a “Perico” por su apoyo al ingreso de Soacha a la Región Metropolitana Bogotá Cundinamarca, sino que también provienen del gobierno nacional y que ahora se quiere hacer ver como un esfuerzo financiero del departamento con la ciudad.
Tanta generosidad no puede ser cierta y mucho menos gratuita; ella tiene un costo que consiste en entregar buena parte de la burocracia municipal de las secretarias y direcciones de la administración local a funcionarios de la corte del monarca Jorge II procedentes de sus feudos electorales y clientelas políticas.
Al cierre de su primer año de gobierno, “Perico” tiene poco que mostrar. Las obras dejadas por el pasado oneroso y catastrófico gobierno, continúan sin finalizar, como el Centro de Monitoreo de la Policía, o el escenario deportivo de los “Locos” que sigue sin cumplir su finalidad y donde su utilización estará sujeta al pago por los interesados que lo requieran o dicho de otra manera, significa que esos espacios públicos serán gestionados como instalaciones privadas por las cuales se deberá pagar montos que aún se desconocen.
Mientras las obras del TransMilenio en sus fases II y III presentan un atraso de año y medio, su operación iniciara colapsada como consecuencia de la continua expansión urbana y crecimiento demográfico sobre la autopista Sur, Maiporé, el sector de Ducales y del flujo de usuarios de los municipios cercanos mientras el monarca anuncia que se avanza en los estudios y diseños de la fase IV para dotar, ya no a Soacha sino a la Región Metropolitana de un sistema de trasporte, previsiblemente indigno por el hacinamiento que presentaran sus operaciones futuras.
La solución al problema de la ocupación informal de la plaza de mercado y las reparaciones al avanzado deterioro en que se encontraba, resultaron verdaderamente mediocres.
Finaliza otro año más sin que el documento que debería guiar el desarrollo sostenible tanto ambiental como económico (POT) de la ciudad, sigue sin ser ajustado a las nuevas necesidades y problemáticas que enfrenta la mayoría de la población, mientras los intereses privados de la construcción, el transporte masivo, el comercio local de las grandes superficies entre otros negocios, continúan aprovechando el desinterés, la negligencia e ineptitud de un grupo de concejales que con tres o más periodos sobre sus espaldas, solo evidencian en ellos el paso de los años y un sobrado interés personal
Como van las cosas, el siervo de Rey reprobara el año, y lo peor, los dolientes que pusieron sus esperanzas, y sobre todo su voto de confianza en él, habrán visto frustradas sus esperanzas de cargos, empleos y cambio
**Ángel Humberto Tarquino (Soacha, 1960), sociólogo, docente, escritor, historiador, periodista y columnista de Soacha Ilustrada.