A pesar de las fuertes lluvias recientes en Bogotá, estas no han ayudado a mejorar los niveles de los embalses de Chingaza

Bogotá se enfrenta a una crisis hídrica sin precedentes, a pesar de las fuertes lluvias recientes en la capital, estas no han ayudado a mejorar los niveles de los embalses del sistema Chingaza.

La gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Natasha Avendaño, ofreció un balance alarmante sobre el estado del sistema de embalses de Chingaza, que suministra el 70% del agua potable a la ciudad. Durante la rueda de prensa, Avendaño dejó claro que, si los niveles de los embalses continúan cayendo, podrían tomarse nuevas y más severas restricciones.

Según Avendaño la ciudad está aportas del denominado “Día Cero”, el cual marcaría el momento en que los embalses de Chingaza alcancen un peligroso 36% de su capacidad. De llegar a este punto crítico, se implementarían nuevas medidas para restringir el suministro de agua en Bogotá, afectando el acceso de millones de personas.

A pesar de las fuertes lluvias que recientemente han caído sobre la capital, estas no han ayudado a mejorar los niveles de los embalses de Chingaza. Avendaño explicó que “llover en Bogotá no significa que llueva en el Páramo de Chingaza”, donde están los embalses que abastecen a la ciudad. Las precipitaciones en esa área han sido menos intensas y esporádicas, lo que ha impedido que los embalses se recuperen significativamente.

Natasha Avendaño

La gerente del acueducto indicó que se ha reducido el consumo de agua en la ciudad. “Hemos estabilizado el consumo en 1.4 metros cúbicos por segundo”, pero advirtió “Las restricciones no llenan los embalses, solo ralentizan su vaciado”, y aclaró “El descenso en los niveles es más lento, pero aún preocupa”.

Avendaño señaló que, aunque los embalses han mostrado una ligera mejora, estabilizándose entre el 43.3% y 43.7%, gracias en parte a la reducción en el consumo, “Hemos estabilizado el consumo en 1.4 metros cúbicos por segundo”, pero advirtió “Las restricciones no llenan los embalses, solo ralentizan su vaciado”, y aclaró “El descenso en los niveles es más lento, pero aún preocupa”.

Recientemente el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, advirtió que si las condiciones no mejoran, las medidas de racionamiento se endurecerán. Se Podría pasar de un corte de agua por día en cada zona a dos cortes semanales. Esta decisión dependerá de cómo evolucionen los niveles en los embalses de Chingaza en las próximas semanas.

La situación para la ciudad no puede ser más desalentadora, los pronósticos meteorológicos para el próximo año señalan que 2025 sea un año seco, lo que podría prolongar la crisis hídrica en Bogotá y obligar a implementar medidas aún más estrictas. Ante este panorama, las autoridades piden a los ciudadanos que sigan haciendo un uso responsable del agua.