Los modos de vida actuales son cada vez más sedentarios, generando graves riesgos para la salud.
La actividad física es todo movimiento corporal que realiza el cuerpo humano que conlleva un desgaste energético. Tanto moderada, como intensa, mejora la salud y trae importantes beneficios. La Organización Mundial de la Salud informa que uno de cada cuatro adultos no alcanza los niveles recomendados, y tienen un riesgo de muerte entre 20 y 30% mayor a los que sí la alcanzan.
La actividad física es un factor protector en déficit cognitivos, problemas de ansiedad y muchas otras patologías. Además, promueve el equilibrio y la coordinación, el aumento de la circulación sanguínea a nivel corporal, el aumento de la oxigenación a nivel muscular y mejora la salud mental.
La OMS recomienda aproximadamente entre 150 y 300 minutos de actividad física aeróbica semanal para adultos y adultos mayores, y 60 minutos diarios para niñas, niños y adolescentes. La fisioterapeuta agrega que es necesario incluir rutinas de actividad física no solamente como una tarea externa sino en el diario vivir.
Los modos de vida actuales son cada vez más sedentarios por el uso de transporte motorizado, el uso de pantallas para el trabajo y la educación, y la reducción de las actividades recreativas, generando en la población un aumento de peso, menor duración de sueño, comportamiento social deficiente, incidencias de enfermedades y mortalidades por cualquier causa.
Realizar actividad física 150 minutos mínimos a la semana previene enfermedades crónicas no transmisibles como la hipertensión, cáncer, diabetes, obesidad, entre otras. Practique la actividad física que más le guste, por ejemplo, nadar, bailar, correr, trotar, practicar baloncesto o microfútbol.
Se recomienda que, para realizar actividad física, se debe tener en cuenta un previo calentamiento corporal para evitar lesiones a nivel musculo esquelético, hidratación y utilizar ropa cómoda.