Desde la Personería de Bogotá indicaron que se estableció como el pasado jueves 11 de mayo la víctima del caso de feminicidio ocurrido en el Centro Comercial Unicentro de Bogotá, se comunicó a través del servicio telefónico denominado una “llamada de vida” de la Secretaría Distrital de Integración Social para poner conocimiento la situación de violencia que enfrentaba.
El 14 de mayo Érika Aponte fue asesinada por su expareja sentimental Christian Camilo Rincón, feminicidio que ha generado rechazo en el país y pone en evidencia las falencias de las medidas de protección con las mujeres denunciantes.
Ante la polémica generada por ese execrable asesinato, el alcalde encargado del municipio de Soacha, Alejandro López, se pronunció y aseguró que la policía de Soacha cumplió con la medida de protección, señalando que el feminicidio se registró en Bogotá.
Según información entregada desde la Alcaldía Mayor de Bogotá, Érika había denunciado el maltrato del que era víctima en la Casa de Justicia de la localidad de Usme, donde recibió ayuda psicosocial y jurídica. Además, se le ofreció la opción de dirigirse a una casa refugio, dispuesta por la Alcaldía para las mujeres que sufren violencia de género.
Sin embargo, la víctima rechazó la opción porque comentó que ella ya se había trasladado de la residencia que ella había compartido con sus suegros y con Christian, el padre de su hijo, ella ya se había trasladado de esa vivienda. Se había ido con su padre y su hermana al municipio de Soacha.
La medida de protección a Érika Aponte fue comunicada a la Policía Metropolitana de Soacha el 11 de mayo, y la cual habría iniciado el 13, un día antes de que la mujer fuera asesinada en Bogotá; esta medida determinaba que Christian Rincón no podía acercarse a Érika Aponte, razón por la cual desde la Alcaldía de Soacha manifestaron que había sido responsabilidad del Distrito.
El secretario de Gobierno y alcalde encargado del municipio, Alejandro López Torres, dijo a medios de comunicación que desde que la medida de protección fue notificada a las autoridades de Soacha estás le habían prestado sus servicios a Érika, lo cual no fue evidenciado que sucediera por parte de la Policía en Bogotá, lugar en el que la mujer trabajaba.
“La ruta de atención se prestó y hoy los hechos dicen que el crimen se cometió en Bogotá, no en Soacha, el 11 de mayo llega una medida de protección desde la comisaría de Teusaquillo, informando al comando de policía de Soacha. Aquí se le presta cuando la víctima estaba aquí en su residencia, pero en ningún momento nosotros no evidenciamos que hayan oficiado a la policía de Bogotá para que en Unicentro le hubieran prestado en su lugar de trabajo la medida de protección, aquí nosotros habíamos prestado toda la medida de protección, pero ella estaba en Bogotá”.
De la misma forma, Alejandro López envió un fuerte mensaje a la Alcaldía Mayor de Bogotá, afirmando que la coordinación no fue la correcta y que mientras la tasa de homicidios en Soacha estaba reduciendo, se evidenciaba que las labores en la capital no se estaban ejecutando de manera correcta.
“Lo importante es que Bogotá empiece a coordinar, nosotros aquí la tasa de homicidios es la más baja, y nosotros evidenciamos que si se siente inseguro en Soacha no se vaya para Bogotá porque estamos viendo nosotros que no se están articulando las cosas, nada se gasta para que el comisario de familia se hubiera comunicado con el de Soacha”, puntualizó el alcalde encargado del municipio.