Escritor, periodista, fotógrafo, líder comunal y político, un hombre con alma caribeña que decidió por azar tomar la ciudad del ‘Varón del Sol’ como su hogar.
Ángel David Esguerra Tache, bohemio y contador de historias, nos habla de su última novela ‘La Urdimbre del hilo rojo’, obra que nació producto del encierro de la pandemia, una tragedia histórica que se esparció por el mundo y que marcó para bien o para mal a toda la humanidad.
SOACHA ILUSTRADA: ¿Cómo nace la novela?
“La novela ‘La Urdimbre del hilo rojo’ nace en el momento en que nos mandan al encierro, comienza la pandemia el 19 de marzo de 2020, nos dicen -todos deben permanecer en casa- y una persona que está acostumbrada a recorrer las calles, a contactarse con la gente, a estarse comunicando permanentemente, indudablemente eso le produce un shock y yo digo – ¡carajo! ¿Qué se hacer? escribir- tengo varios libros por leer, pero tengo una historia pendiente que contar, algo que he venido tejiendo fragmento tras fragmento, voy a comenzar a eslabonar todo esto y voy a concebir una historia.
La historia no estaba planteada y surge de describir lo que estaba sucediendo, ese silencio absoluto en una calle en dónde transitan niños de varios colegios me deja una sensación que por aquí hay algo. Y comienzo a darle, a darle, a darle, a construir y a eslabonar y a poner hablar los personajes”.
SOACHA ILUSTRADA: ¿En la novela hay vivencias personales?
“Digamos que la novela tiene de alguna manera unos espacios que fueron de hace 40 años, espacios de varias décadas que no pudieron quedar incluidos en mi otra novela ‘Presa de mi jauría de sueños’ por la temática, por el público a que estaba dirigida que era un público joven y aquí pues habían fragmentos y habían escritos por ahí, retazos de cosas que había guardado, pero sobre todo era tratar que eso no quedará solo en la vida de Ángel David Esguerra o en la vida del autor, a pesar que en el relato hay un periodista y hay un autor, un escritor que va siendo parte de esa gama de personajes que está narrando la historia”.
SOACHA ILUSTRADA: ¿En su obra hay influencias de otros autores?
“Todo escritor arrastra influencias que a veces son más evidentes que otras. En este relato no quise ocultarlas, sino todo lo contrario, desde que comencé a escribir, tengo claro que para mí la literatura es tratar de superar las lecturas que he tenido. Para mí en la primera novela, me decían que eso era ‘garciamarquiano’ y luego otros me decían que tenía un corte ‘cortazariano’ por Julio Cortázar.
La novela tiene una estructura completamente novedosa con un planteamiento muy diferente, una narrativa llamativa y original, pero que recuerda por ejemplo a algunos autores rusos, país que en este momento está haciendo estigmatizado pero que valga decir con justa causa, se ha parado con dignidad, con soberanía, frente a lo que sucede. La influencia de esos autores de alguna manera queda en evidencia en los diálogos, en la forma cómo se presentan, sin que se mencione en algún momento algo de ellos en el tema literario. La trama y subtrama de ‘La Urdimbre del hilo rojo’ son completamente ‘esguerrianos’, ordené los relatos con la idea de conseguir un equilibrio temático y formal. Combinarlos fue un experimento divertido”.
SOACHA ILUSTRADA: ¿Háblenos del personaje principal?
“En ‘La Urdimbre del hilo rojo’ tomé algo que me llamó profundamente la atención y que de alguna manera determina la novela, todos los personajes son principales, son 15 personajes principales y unos secundarios, pero los 15 personajes van narrando la historia y todos tienen un capítulo, dos capítulos, tres capítulos, digamos que una pareja podría llamarse los personajes principales, Edna y por supuesto el mayor de todos qué es Bogár.
Bogár es un ser que ha recorrido el mundo y tiene una experiencia en temas comerciales, viene con el virus aparentemente incubado de China y en ese momento se encuentra con la protagonista y comienza pues a cruzarse la trama. Yo no sé si sabes lo que es el ‘hilo rojo’, la leyenda del ‘hilo rojo’ tiene dos versiones, las dos son asiáticas, una es japonesa y otra es China y esas versiones hablan que si una persona está destinada a encontrarse con otra, así sea final de sus días, tarde que temprano se encuentran. Ellos tienen un hilo que los conduce, que los lleva hacia su punto de encuentro, hacia una relación que no era directamente entre ellos sino entre personas de su círculo de conocidos”.
SOACHA ILUSTRADA: ¿Se podría entender que es una segunda parte de la primera novela?
“No hay secuencia con la primera novela, está novela es completamente ajena, en ésta traté de buscar una nueva expresión, entre otras cosas porque la primera novela tiene su zaga por aparte, esa zaga está destinada a un público juvenil, ‘La Urdimbre del hilo rojo’ está más destinada a un público adulto, a un sector de la población que de alguna manera incide en el desarrollo de la sociedad.
La primera novela ‘Presa de mi jauría de sueños’, pues está casi concluida cuando fallecen los dos personajes principales, la cuestión es que aunque ya prácticamente termina allí, queda abierta en una segunda parte en la ‘Pugna’, donde comienzan los descendientes a tener un choque entre lo que significa, la herencia genética y lo que ellos tienen como misión en esta vida”.
SOACHA ILUSTRADA: ¿Cuándo va a salir ‘La Urdimbre del hilo rojo’?
El problema nuestro en Colombia y creo que en otros países es el tema de la editorial. Las editoriales se quieren llevar el 70% o 80% y desprecian al autor, quien es el que se ha forzado, el qué ha puesto todas sus neuronas, el qué ha puesto toda su sensibilidad.
En el tema de mi obra literaria que es una mezcla de géneros, el género periodístico, la poesía y el relato, eso de alguna manera implica desdoblarse para poder hacer el personaje, para poder poner su voz, asumir eso no es fácil, y un editor desconoce o desprecia y trata de manera infame al autor, quiere obtener lucro de lo que no se ha forzado solo porque tiene un capital. Por esa razón cree una editorial y sobre la base de esa editorial pues hemos estado tratando de alcanzar el propósito de llegar a las masas”.
SOACHA ILUSTRADA: Cómo es el mecanismo que utiliza para escribir. ¿De noche? ¿La madrugada? ¿Con música? ¿Qué tipo de música? ¿Como es el ambiente que busca para escribir?
“Para mí la noche igual que a Joe Arroyo, el gran musico colombiano, el mayor de los músicos de la Cuenca del Caribe, la noche es todo, porque en la noche no hay interrupción, no hay una llamada, no hay alguien que esté diciéndote ¿Qué estás haciendo? ¿Cómo te va? Y te saqué un poco de lo que es la concentración y ese desdoblamiento significa el poder alcanzar lo que estas buscando, lo que es la voz, lo que es el ambiente, lo que es enlazar. Digamos que en una novela de 200 y pico de páginas no es fácil mantener un hilo conductivo, ese mismo hilo que es el ‘hilo rojo’ también está presente ahí a la hora de narrar y tienes que enlazar todo y ese enlace debe tener una concentración, para mí las horas de la noche son clave para eso”.
SOACHA ILUSTRADA: ¿Cuánto tiempo duró la creación de la novela?
“Yo tenía un reto, cuándo cierran y comienza la pandemia yo digo -esto tiene que conducir a algo- porque ya más o menos tenía en la mente que debía hacer algo y me pongo un propósito, entonces comienzo un 19 de marzo, lo tengo presente porque un ser muy querido cumple en esa fecha, y en el mes de agosto, 30 agosto está un concurso en España y mi propósito era terminarla, y entonces le di pedal, pedal, pedal, hasta que la deje, digamos de una manera casi lista. Cuando faltaba un día para que se cerrara el concurso, intenté colgarla y resulta que no se pudo, no abrió la página, no abrió el link, no se pudo, y bueno para bien porque después me di cuenta que aún le faltaba muchas cosas por apretar, le faltaba carpintería, faltaba precisamente el trabajo de pulirla”.
SOACHA ILUSTRADA: ¿David qué sigue?
“Para mí en este momento tengo el reto de continuar con la pugna en el tema de literatura. Mucha gente se quedó con la ansiedad de que pasa después de eso y el trabajo es bueno, es una mezcla de géneros, pero también igual es una especie de rayuela y ahí hablamos de nuevo de Cortázar, porque el lector tiene que armar, tiene que conocer las voces, en ningún momento se menciona cuáles son los personajes que están hablando, él tiene que identificar esa voz, tiene que identificar de acuerdo a los paisajes o a las narraciones que va haciendo el personaje ¿Quién es el que está hablando? y como es el juego, entonces esa propuesta pues quedó en los lectores de literatura, los que verdaderamente le gusta la literatura, quedó como que nos dejó con el hambre, entonces termina o me borracha o me deja como estaba y ahí básicamente me queda la inquietud”.
SOACHA ILUSTRADA: ¿Pero ya inició?
“Si ya tengo algunos capítulos, digamos que ahorita se metió el tema político, siempre hay algo que hacer, digamos que después que nos dan la libertad de nuevo, digamos la libertad porque fue un encierro absurdo, tengo una apreciación con respecto a lo que fue la pandemia y todo lo que ha sucedido, pero bueno, aquí estamos afortunadamente”.