Así se vivió las primeras horas del paro nacional en Soacha

Decenas de personas desesperadas por acudir a sus trabajos trataban de subirse a los buses de transporte público qué a diferencia de otros días, sacó toda la flota disponible aprovechando la jornada de protesta de los estudiantes de la universidad de Cundinamarca.

Soacha amaneció completamente militarizada, en puntos claves como las estaciones de Transmilenio las fuerzas de la policía hacían presencia intimidante previniendo alteraciones del orden público.

La Administración municipal decretó obedeciendo instrucciones del Gobierno Nacional la Ley Seca en todo el municipio, medida considerada un exabrupto por los comerciantes afectados y sonrisas burlescas por los estudiantes que salieron a marchar en apoyo al paro nacional.

Solamente a una mente enferma se le ocurre que los estudiantes universitarios de Soacha se van a embriagar para salir a protestar por la crisis del país”, comentó un estudiante de la Universidad Cundinamarca que con una bandera de Colombia caminaba pacíficamente por la Autopista Sur.

En las estaciones de Transmilenio apretujados y mostrando su desespero, decenas de empleados trababan de ingresar a los buses rojos, que a diferencia de otros días llegaban puntualmente.

En barrios como Compartir, San Mateo, la comuna seis y Ciudad Verde, decenas de trabajadores buscaban también ingresar a tropezones a los buses de transporte de las empresas de Soacha, que desde muy temprano decidieron no apoyar el paro nacional convocado por las centrales obreras y estudiantes de las Universidades públicas.

“Los transportadores de Soacha están hoy haciendo su agosto”, dijo sonriente un joven que con 15 años ya está cursando la carrera de matemáticas en la Universidad Nacional.

Y es que la situación no era para menos, buses sucios, incomodos, en la mayoría con más de 30 años de servicio pero que por ineficiencia y corrupción, aún siguen prestando servicio público sin que las autoridades de tránsito los obliguen a renovar el parque automotor.

Mientras las primeras horas del paro nacional avanzaba, numerosos grupos de motocicletas con agentes de la Policía Nacional recorría los carriles de la Autopista Sur, generando pánico entre los ya de por si estresados ciudadanos del municipio que desesperados trataban de llamar a sus jefes por la demora en llegar a sus trabajos.

Parece un ambiente de guerra, la Policía parece que disfruta de estas situaciones”, dijo un vendedor de ropa de San Victorino que miraba con intensidad su teléfono celular.

En los puentes peatonales como es ya usual verlos, los medios de comunicación nacionales con sus equipos desplegados enviaban reportes monótonos apoyados por los estafetas de la Policía que desde muy temprano cuidaban de su seguridad.

En todos los medios de comunicación a su vez repetían al unísono los llamados de marchar en paz, tratando subliminalmente de estigmatizar a los numerosos marchantes que en total calma se dirigían a Bogotá a unirse las marchas de protesta contra el gobierno de Iván Duque.

Noviembre 21 de 2019

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