Por Henry Barbosa.
Para un hincha, cuando el equipo del alma queda campeón es la felicidad máxima, es tocar el cielo con las manos, es poder portar la camiseta con orgullo.
Atlético Nacional logró nuevamente la hazaña de titularse campeón de la Copa Libertadores de América, un triunfo para Medellín, Antioquia y Colombia entera.
Nacional fue un digno merecedor de la copa, derrotó uno a uno a todos los equipos que le pusieron por delante, con unas estadísticas irrefutables y sólidas, llegó a lo más alto del balompié continental.
A lo largo del torneo, Nacional acumuló las mejores estadísticas de los 38 clubes en competencia. En puntuación, goles a favor y goles en contra. El respaldo se dio en todos los terrenos: el público en el Estadio Atanasio Girardot superó los 40 mil hinchas por partido. Por eso nadie pone en duda que fue el mejor equipo el que se alzó con el triunfo final. Los registros lo dicen todo, el rendimiento del equipo alcanzó el 79 %, el más alto de los campeones de los últimos 34 años en la historia de la Copa Libertadores.
Es pertinente que, más allá de la alegría que significa para los hinchas y la gente del fútbol el triunfo de Nacional, los equipos colombianos aprendan del cúmulo de enseñanzas que hay detrás del éxito del Nacional, tanto en el ámbito deportivo, como en el empresarial.
La gesta conseguida por Atlético Nacional en esta Copa Libertadores invita a recordar indefectiblemente a ese mítico equipo compuesto solo por jugadores colombianos que en 1989 se alzó con el primer trofeo para Colombia del certamen continental y que se convirtió en la base de la Selección Colombia en el mundial de Italia 90.
René Higuita, Andrés Escobar, Leonel Álvarez, Alexis García, el “Bendito” Fajardo, Albeiro Usuriaga y la lista de leyendas continúa. Una base formada por Francisco Maturana que sufrió contra el Olimpia de Paraguay para conseguir el título más importante en la historia del club. Además estuvo muy cerca de hacer historia contra el mítico AC Milán de Arrigo Sachi en la Intercontinental.
Hoy los héroes son otros, Franco Armani, Alexander Mejía, Alejandro Guerra, Alexis Henríquez, Farid Díaz, Macnelly Torres, Orlando Berrío, Marlos Moreno, Daniel Bocanegra, Dávinson Sánchez, Diego Arias y por supuesto Miguel Borja.
Los hinchas, la prensa, los críticos y los integrantes de la familia del fútbol en Colombia y Suramérica coinciden en que Nacional eligió al técnico indicado: Reinaldo Rueda, un hombre disciplinado, formado, respetuoso y de gran sencillez y valores humanos. Es decir, se escogió a un hombre probo, decente, muy diferente a otros técnicos cuyos logros son proporcionales a sus escándalos y fracasos.
Hoy Nacional se volvió algo tan grande y tan indestronable que es inevitable que en hinchas de otros equipos se genere un resentimiento. La pobreza siempre genera resentimiento.