Gran preocupación ha generado el robo de personas, las lesiones personales en accidentes de tránsito y secuestros en el departamento de Cundinamarca. Los delitos han tenido un aumento considerable con relación a los ocurridos en 2022.
En los municipios de Soacha y Sibaté, el daño personal resultó en un 13 por ciento. Pasó de registrador 3.600 casos a 3.127 en el mismo período. Sin embargo, las cifras de la Policía Metropolitana de Soacha (Mesoa) muestran que aumentan los daños a las residencias. Además, pasó de tener cero casos de secuestro en los primeros cinco meses de 2022 a tres para la misma fecha de 2023.
En Cundinamarca en 2022 se reportaron tres casos de secuestro en 2022, mientras que al 12 de junio de 2023 ya eran 7. Este crecimiento tiene que ver con los casos reportados en Soacha y Sibaté.
En los municipios de Facatativá, Mosquera, Funza, Madrid, Subachoque, El Rosal, Bojacá y Zipacón aumentaron los casos de daño personal. Los números del Comando Especial de Policía (Cosoc) de Sabana Occidente indican que pasó de 2.209 en 2022 a 2.490 este año, y la variación es de 13 por ciento.
Según cifras del Comando Especial de Policía (Coeno) Sabana Norte, a cargo de los municipios de Zipaquirá, La Calera, Guasca, Sopó, Chía, Cajicá, Tabio, Tocancipá, Gachancipá, Cota, Tenjo, Nemocón y Cogua; El hurto a personas pasó de 1.959 casos a 2.088 en 2023 entre el 1 de enero y el 12 de junio de 2022. Es decir, hubo una variación del 7 por ciento.
La Policía de Cundinamarca, que vela por la seguridad de los demás municipios (90 municipios), también reportó un aumento del 29 por ciento en los daños personales, al pasar de tener 1.403 casos a 1.808.
Los indicadores de lesiones personales, hurto y hurto de celulares y extorsión mejoraron, el reto en Cundinamarca sigue siendo el robo a la gente. Entre el 1 de enero y el 12 de junio de 2023 se han registrado 9.513 casos en el departamento, presentando una variación de 4 por ciento con respecto a ese lapso de tiempo de 2022, cuando se registraron 9.171.
Una de las causas que tiene que ver con el incremento del delito en el departamento según los expertos, tiene que ver con la insuficiente acción preventiva que realiza la policía en lugares públicos o transporte público, y también la sobrecarga de trabajo que excede la capacidad investigativa de las Fiscalías en los territorios. Los equipos institucionales de la Policía y la Fiscalía van encaminados al seguimiento de las grandes organizaciones criminales, pero “no sucede lo mismo en la persecución de los delincuentes callejeros”.
Los expertos señalan que de una u otra forma el aumento de la delincuencia en los municipios sí tiene que ver con la cercanía con Bogotá. “Las bandas criminales no tienen fronteras. Hay que coordinar esfuerzos entre la policía metropolitana de Bogotá y los nuevos comandos policiales operativos con base en Zipaquirá, Facatativá y Soacha”, recomiendan.