Celebremos el nacimiento de la Gran Coalición por el Cambio y la Paz, posible gracias a la adhesión a nuestra Colombia Humana de movimientos como el Partido Verde, el Polo Democrático Alternativo, Fuerza Ciudadana, Todos por Colombia, el Movimiento Alternativo Indígena y Social y el liberalismo de base; de líderes como Antanas Mockus, Clara López e Ingrid Betancourt, y de decenas de académicos, intelectuales y artistas.
Desde luego, en el origen de esta gran coalición por la paz. Bogotá es crudal para la conquista de la Colombia Humana y para derrotar la corrupción e impedir que vuelvan los tiempos oscuros del uribismo. Será desde aquí que ¡en la segunda vuelta, vamos a dar la vuelta!
En efecto, han sido los mismos bogotanos quienes reconocen que la alcaldía de Gustavo Petro tuvo entre sus principales realizaciones: aumentar el presupuesto para educación; garantizar el mínimo vital de agua a los estratos bajos; reducir los homicidios; proteger a la comunidad LGBTIQ, y asegurar la reapertura del hospital San Juan de Dios.
Con semejantes logros, la Bogotá Humana no solo fue el laboratorio para la construcción de un buen vivir, un sistema de oportunidades, derechos y garantías indispensables para la consolidación de la paz, sino el más perfecto ejemplo de cómo puede administrarse un presupuesto descomunal sin robarse un solo peso.
Precisamente por ese presupuesto, la Bogotá-región está en la mira de los corruptos y de quienes privilegian sus intereses por encima de los intereses de los capitalinos y de los colombianos en general.
La decisión de construir el metro elevado, por cuenta de la misma empresa que con Hidroituanqo ha puesto en riesgo la vida de más de 200.000 campesinos, es otra de las tantas maniobras con las cuales no solo va a desangrarse el erario, sino a postergarse la solución de movilidad que la ciudadanía de la Bogotá-región y del país requiere.
Por todo lo anterior, bogotanas y bogotanos, será con su voto por la fórmula Gustavo Petro-Ángela María Robledo, que el próximo domingo 17 de junio salvaremos a la Bogotá-región de la dictadura de la corrupción, para convertir la capital de la república en el eje de nuestro propósito fundamental: sacar a nuestra sociedad de la guerra y de la impunidad y entregarles a las generaciones actuales y futuras una Colombia en que imperen la vida, la paz y la justicia.
** Concejal progresista por Bogotá