La Policía Antinarcóticos en un operativo de sus fuerzas especiales allanó un laboratorio de droga ubicado en una finca que pertenece a Fernando Sanclemente Alzate, actual embajador de Colombia en Uruguay.
El operativo se adelantó en el municipio de Guasca, en Cundinamarca. De acuerdo con información de las autoridades, fueron capturadas cuatro personas, las cuales fueron presentadas con grandes medidas de seguridad ante un juez de control de garantías por su presunta responsabilidad en delitos de narcotráfico.
Una vez se conoció la noticia del allanamiento al complejo cocainero, la Cancillería expidió un comunicado tratando de bajarle el tono al escándalo. “Esta es una propiedad que ha estado en manos de la familia del embajador Fernando Sanclemente Alzate desde hace 44 años y que se ha dedicado en el pasado a la cría de caballos de carrera, lechería y cría de ganado Angus, entre otros”, dice uno de los apartes del comunicado.
El documento finaliza aclarando que el embajador Sanclemente no está a cargo del manejo del perfil en donde fue encontrado el laboratorio de droga. “El Embajador Fernando Sanclemente Alzate se encuentra en ejercicio de sus funciones desde el pasado 21 de marzo de 2019 y por lo tanto está ajeno de responsabilidades del manejo, participación y/o injerencia del predio propiedad de la sociedad «Las Colinas de Guasca Ltda«.
Sanclemente Alzate es un político “purasangre” del partido de Álvaro Uribe Vélez, anteriormente se había desempeñado como director de Aerocivil.
Cae laboratorio
Inteligencia de la Agencia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE) alertó a las autoridades colombianas de la instalación de un laboratorio en la vereda Mariano Ospina, zona rural de Guasca, en el departamento de Cundinamarca.
Al llegar al lugar, los integrantes de la Dijín de la Policía Antinarcóticos y agentes de la DEA encontraron a cinco personas: tres encargadas de cuidar la finca y dos que, al parecer, manejaban los químicos para la elaboración de la pasta de cocaína.
Esta nueva modalidad detectada por las autoridades es ordenada por los denominados ‘narcos invisibles’ que utilizan fincas para instalar los llamados ‘laboratorios exprés’. Estos pequeños laboratorios son utilizados para producir el alcaloide que luego es transportado a Bogotá para su salida hacia los Estados Unidos.
La hoja de coca, según la investigación, es traída desde el norte de Boyacá, en límites con los departamentos de Arauca y Casanare, donde estos grupos tienen alianzas con grupos al margen de la ley que delinquen en la zona.
Para los investigadores, los insumos químicos son comprados en Bogotá para luego ser distribuidos por los jefes de la organización criminal en las fincas de municipios cercanos.
Febrero 14 de 2020