La Dirección Nacional de Fiscalías de Cundinamarca desvertebró una organización delincuencial dedicada al tráfico de marihuana y cocaína que operaba desde el municipio de El Palo (Cauca) con destino a Argentina y Chile y en Colombia por vía terrestre a los departamentos de Tolima, Quindío, Costa Atlántica, Bogotá y Soacha, (Cundinamarca).
Los estupefacientes eran enviados empacados entre y camuflados entre las llantas de motocicletas de alto cilindraje y camiones y vehículos de su propiedad, sostuvo el fiscal encargado del caso.
La captura de uno de los miembros de la organización facilitó la investigación gracias a su colaboración prestada al convertirse en agente encubierto.
Los procesados Moisés Pérez Alvarado, Carlos Mauricio García Urrego, María Teresa Ossa, Wilmer Azael, Aracely Ríos Bedoya, Ángela Isadora Fernández Galvis, José Edwin Ávila Ramírez, Édison Guerrero Gutiérrez, Josimar Estiven Rodríguez, Kelly Johana Cuestas Villarraga y Didier Alfonso Castañeda.
Los delitos por los que deberán responder son concierto para delinquir agravado, tráfico, fabricación y porte de estupefacientes.
Agregó el delegado del ente acusador que la empresa criminal crecía de manera sorprendente hasta el punto que ya tenían negociadas decenas de lanchas rápidas para llevar la droga al sur del continente.