Para los que queremos que Petro sea nuestro presidente, entendemos que tenemos que tragarnos muchos sapos, aceptar ver personajes y partidos inimaginables al lado nuestro haciendo causa común para cambiar a Colombia.
La política y en especial la colombiana se debe mirar y entender sin apasionamientos, con racionalidad, sin embargo, eso es algo muy difícil en un país donde ocurren masacres, asesinatos de líderes sociales, robo al erario público en la más completa impunidad, tergiversación y aplicación de la ley de una forma que solamente puede producir asco y repugnancia.
Los medios de comunicación en su mayoría ahítos de los miles y miles de millones de pesos que le entran diariamente en contratos de publicidad, repiten y repiten hasta el cansancio lo que el establecimiento y los dueños del poder mandan decir o quieren que el pueblo colombiano acepte como una realidad.
En ese panorama, el contrapoder, es decir la posibilidad que Gustavo Petro, sea el nuevo presidente de los colombianos está cada vez más cerca, sin embargo, en esa guerra mediática, cada gesto, cada palabra, cada propuesta, cada alianza, genera inmediatamente una tormenta que es aprovechada por los rivales, para no decir enemigos, en un país donde la norma es la traición, la venganza y la destrucción física y moral del que piensa diferente.
A pocos días del 29 de mayo, cuando se realizaran las votaciones para elegir al próximo presidente de los colombianos, el nerviosismo es patente, en especial en las toldas del Pacto Histórico. Petro es el líder, pero sigue con la idea que siempre le hemos conocido que si habla suavecito, la derecha y el establecimiento lo va aceptar, lo va a integrar, cosa que sabemos nunca va a pasar. Para ellos Petro es el representante de la izquierda, del comunismo, es la sublevación de los obreros, es la pérdida total de los privilegios que han tenido y que han defendido hasta hoy con éxito a sangre y fuego.
Uno entiende que en la carrera por llegar a la presidencia se deben agotar todos los recursos, entre ellos dar entrevistas a medios como Semana, RCN, El Tiempo y Caracol, y a periodistas como Vicky Dávila, Néstor Morales, Julio Sánchez Cristo y Yamit Amat, periodistas que deberían están pidiendo pista en la JEP y que conociéndolos, sabemos que posteriormente Petro va a ser mal interpretado y que una palabra y una frase va a ser utilizada para destruirlo y desprestigiarlo entre los votantes.
Caso aparte son los apoyos y las alianzas, necesarias si se quiere, y en donde se acostumbra a recibir a don Raimundo y todo el mundo, a apretar manos, así algunas de ellas estén manchadas de sangre o de la mierda de la corrupción, porque siempre es mejor que estén de este lado y no en la campaña rival.
Para los que queremos que Petro sea nuestro presidente, entendemos que tenemos que tragarnos muchos sapos, aceptar ver personajes y partidos inimaginables al lado nuestro haciendo causa común para cambiar a Colombia, sabemos que ellos van por lo suyo, puestos para sus familiares, contratos y poder para mantenerse tal como lo han hecho siempre, resta ver cuando suba Petro si la corrupción, las injusticias y la inequidad, siguen como hasta ahora.