Como un héroe y en medio de homenajes y estremecedoras escenas de dolor, fue recibido en Montería, el cuerpo del patrullero Jaime Andrés Ávila Vega, de tan solo 23 años, asesinado durante un operativo como infiltrado en el municipio de Soacha, Cundinamarca.
Los restos fúnebres arribaron a la capital cordobesa el domingo 2 de julio.
Oriundo de Montería, el valiente agente policial había servido durante tres años en la institución y se encontraba realizando una arriesgada tarea de infiltración en una banda dedicada al tráfico de drogas en Soacha.
Ávila Vega, asignado a la Seccional de Investigación Judicial (SIJIN), perdió la vida el pasado 29 de junio cuando un grupo de individuos lo acorraló cerca de una vivienda y uno de ellos le disparó.
Este trágico suceso tuvo lugar en el barrio San Antonio, en la comuna Uno del municipio de Soacha, donde el patrullero de la SIJIN llevaba a cabo operaciones encubiertas en una peligrosa banda criminal involucrada en el microtráfico.
Los restos del patrullero recibieron un emotivo homenaje. La delegación policial estuvo encabezada por el brigadier general José Luis Ramírez Hinestroza, director de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (DIJIN), y contó con la presencia de los familiares de Jaime Ávila. Posteriormente, se realizaron los actos fúnebres y el entierro en presencia de familiares, amigos y altos mandos policiales del departamento y del país.
La Policía Nacional destacó la valentía y el sacrificio de hombres y mujeres que, día a día, arriesgan sus vidas en la lucha contra la delincuencia. Hasta el momento, se han efectuado varias detenciones en relación con el crimen del patrullero.