“El aprendiz de arriero”

Por Ángel Humberto Tarquino*

En política son más las afinidades que se pueden reconocer entre la personalidad del expresidente Uribe Vélez y la de su paisano y actual candidato a la alcaldía de Soacha Juan Carlos Saldarriaga, razón que nos debe llevar a considerar seriamente la inconveniencia de su elección como mandatario de los ciudadanos de Soacha.

Guardando las proporciones entre el país que asumió Uribe en su primer mandato y el municipio en crisis que asumiría Saldarriaga de ganar la alcaldía, y que solo hasta ahora pretende salvar, la diferencia es cuestión de escala. Por lo demás, Soacha es la representación exacta del país en su más mínima expresión.

En primer lugar, la tozuda obstinación del expresidente Uribe de aferrarse al poder indefinidamente, coincide con la indeclinable obstinación del aprendiz de arriero que hoy conduce la recua de mulas locales para intentar llegar al poder local por cuarta vez consecutiva en 16 años.

El segundo aspecto del común liderazgo, es el discurso mesiánico y demagogo que viene desplegando Uribe en diferentes partes del país con total rechazo y que en el municipio se traduce en un discurso igualmente palabrero y mesiánico del candidato Saldarriaga.

En tercer lugar, así como en su momento el arriero mayor logro aglutinar en torno suyo con su discurso y sus promesas a la mayoría de los partidos, del mismo modo el aprendiz hoy ha encontrado el apoyo de un considerable número de ellos, que, a pesar de su alto grado de deslegitimación y total rechazo por la mayoría de la población por sus prácticas corruptas, paradójicamente lo perciben como la salvación para resolver los problemas estructurales del municipio.

Pero las coincidencias entre el liderazgo del maestro y el aprendiz en la conducción de mulas   no se limitan al manejo de los vericuetos en las trochas de la política soachuna, sino que su paso por las filas del uribismo, lo convirtieron en un verdadero domador de serpientes por la forma de aglutinar líderes y partidos con graves cuestionamientos e impedimentos por presuntas faltas sin que tan cuestionables alianzas le produzcan vergüenza alguna

En esa  “atracción fatal” que viene ejerciendo  con su  discurso,  con sus jugosa$ naranja$ para refrescar la política, con los compromisos que adquiere y crecen con cuestionadas figuras de la política local y nacional como el caso del exconcejal Luis Eduardo Chávez Poveda quien reporta varias investigaciones disciplinarias, fiscales y penales, o el caso de Ricardo Arias Mora exdirector del Fondo Nacional del Ahorro investigado por presunta desviación de fondos para financiar su intento en su intento por  llegar a la alcaldía de Bogotá.

La campaña del YO IN$I$TO, viene expresando con suficiente nitidez y sin el menor pudor, que para ganar “TODO VALE” buscando parecerse cada vez más a su alter ego, haciéndonos recordar las tretas a los que ha recurrido el arriero mayor para mantenerse indefinidamente aferrado al poder por encima de la ley.

Siguiendo el libreto del arriero mayor, el aprendiz de arriero ha logrado aglutinar en torno suyo la mayoría de iglesias de la ciudad, cuya fe en la predestinación mesiánica ha venido convirtiendo su alianza política en una secta, en la que la credibilidad le da paso al fanatismo según se observa en un video de su campaña, en el que la numerosa concurrencia pareciera llegar al éxtasis donde el conformismo y la obediencia ciega parece ser las premisas obligatorias para pertenecer a ella.

Como si no fuera suficiente, y con la terquedad de las mulas que conduce, el aprendiz de arriero, el “hombre de las naranjas” en cuanta reunión de incautos participa, le vende su alma al diablo cuando propone “despolitizar el sistema de convenios” mientras recibe el aplauso de poderosos empresarios de la educación, financiadores de su campaña política,  que en virtud de tan oneroso y cuestionable sistema,  han creado verdaderos feudos y maquinarias electorales, privilegios, cargos, contratos y cuanta dadiva ofrece de los recursos públicos de los ciudadanos de Soacha.  

ahtarquinog@gmail.com

* Las opiniones expresadas en este artículo de opinión son del autor y no de SOACHA ILUSTRADA.