Una de las más grandes tragedias producto de las medidas anti inmigrante desarrolladas por los países europeos, ocurrió con el naufragio de un barco en el mar mediterráneo frente a las costas griegas en el que se cree que había más de 700 personas a bordo.
La Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) afirmó que el naufragio de un pesquero que transportaba a cientos de migrantes frente a las costas de Grecia, podría ser “una de las peores tragedias migratorias de la historia”.
Hasta el momento las autoridades griegas han logrado rescatar cerca de 80 cadáveres de las aguas del Mar Jónico.
“Es desgarrador y sencillamente inaceptable que estas personas, que buscaban seguridad y un futuro mejor, hayan muerto en las fronteras de la Unión Europea (UE) en 2023”, aseguró en un comunicado el director de operaciones de la FICR, Frido Herinckx.
104 personas lograron sobrevivir al naufragio, sin embargo, voluntarios de la Cruz Roja Griega alertan de que las posibilidades de rescatar a más supervivientes del naufragio son cada vez más escasas.
“Podría tratarse de la peor tragedia marítima de los últimos años en Grecia” afirmó, por su parte, Stella Nanou, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
El vocero gubernamental griego Ilias Siakantaris dijo que de acuerdo con informes sin confirmar, había hasta 750 personas a bordo del barco pesquero.
De momento, la Cruz Roja ya está proporcionando parte de este apoyo a los migrantes que sobrevivieron a la tragedia, procedentes de Pakistán, Egipto, Siria y Palestina.
“La gente está agotada (…) Muchos necesitan atención sanitaria urgente y necesitarán apoyo psicológico en los próximos días”, afirmó el voluntario Dimitris Chaliotis.
Las autoridades griegas investigan a tres hombres que se encontraban entre los rescatados y que fueron interrogados en la sede portuaria de Kalamata bajo la sospecha de ser los presuntos traficantes de personas.
Rescate de lujo
El superyate Mayan Queen IV de propiedad de un millonario mexicano navegaba sin complicaciones a través del Mediterráneo cuando recibió un llamado sobre una embarcación migrante en emergencia a cuatro millas náuticas de distancia.
Cuando acudió al lugar, el barco en apuros ya se había hundido. Lo único que la tripulación del yate de lujo podía ver eran las luces de un barco de la Guardia Costera griega rastreando la superficie oscura del agua.
En la oscuridad se lograban escuchar los gritos de los sobrevivientes. “Horrible”, dijo el capitán del Mayan Queen, Richard Kirkby, describiendo el horror que se vivió en medio de un mar como “boca de lobo” en aquella noche casi sin luna del 14 de junio de 2023.
El Mayan Queen, logró rescatar alrededor de 100 hombres pakistaníes, sirios, palestinos y egipcios desesperados, deshidratados y empapados. Las decenas de mujeres y niños que viajaban apilados en el barco murieron ahogados en uno de los naufragios migratorios más mortíferos de las últimas décadas. Se calcula que alrededor de 650 personas se ahogaron en el naufragio.
Organismos de derechos humanos denuncian que las autoridades marítimas griegas decidieron no ayudar al pesquero que transportaba a los migrantes que huían de la pobreza, la miseria y el desplazamiento ocasionado por la guerra. Solo cuando la embarcación se hundió frente a la guardia costera fue que las autoridades entraron en acción, pidieron ayuda y trataron de socorrer a los náufragos, pero ya era demasiado tarde para evitar la tragedia.
Según las denuncias, las autoridades griegas habían estado rastreando la embarcación abarrotada y desvencijada y con la que se habían estado comunicando durante todo el día antes del naufragio.
Los investigadores intentan comprender qué sucedió exactamente cuando se hundió la embarcación en su intento por llegar a Italia: si los traficantes rehusaron la ayuda y el pánico abordo ocasionó que se volcara, como asegura la Guardia Costera, o si más bien un intento fallido de remolcarla partió en dos la embarcación y causó su hundimiento, como afirman algunos sobrevivientes.
“La práctica de no asistencia o de retraso en la asistencia y el motivo por el que los griegos no procedieron al rescate es una incógnita”, dijo un experto.
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En contra posición, un reflejo de las desigualdades globales en los últimos días. En el Atlántico Norte, un multimillonario, su hijo y otros empresarios pagaron costosísimos pasajes para explorar el naufragio del Titanic en un sumergible turístico de lujo. Al confirmarse la alarma de su extravío, se desató inmediatamente una operación internacional de búsqueda y rescate.