Por Henry Barbosa
La noticia es alentadora, por fin el Congreso de Colombia eliminó la reelección presidencial de la Constitución Política, de ahora en adelante ningún presidente en ejercicio o algún funcionario podrá ser reelegido como parte de la reforma de equilibrio de poderes, eso por lo menos dicen todos los medios de comunicación que viven del negocio de las arcas del Estado.
Sin embrago, no dicen la verdad y engañan nuevamente al pueblo colombiano, se acabó la reelección, pues no, sigue vive y de buena salud, los congresistas, diputados, concejales y ediles, siguen como si nada reeligiéndose cuantas veces se les dé la gana. De eso nadie habla porque se les daña el negocio.
La reelección presidencial en cambio, se acaba un año después que Juan Manuel Santos propuso acabar con esta odiosa figura que le permitió a él mismo acceder a un segundo mandato consecutivo.
Todos debemos agradecerle a un personaje tan nefasto, ridículo y mediocre como Noemí Sanín, quien a cambio de los cargos diplomáticos de ella y su familia, propuso la reelección o la ampliación del período de Álvaro Uribe.
Igualmente, al prohombre Ciro Ramírez Pinzón, quien fue absuelto de los cargos de paramilitarismo y narcotráfico por falta de pruebas, quien fue quien radicó el proyecto de reelección en un maquiavélico y bien organizado plan para lograr que Uribe “refundara la patria”. Hoy el “hijito” de Ciro heredó como es natural la curul de su padre por parte del Centro Democrático.
Todos están de acuerdo que la figura de la reelección generó una concentración excesiva de poder en el presidente y de paso en algunos funcionarios como él Procurador, precisamente el proyecto aprobado en último debate por el Congreso también prohíbe la reelección de otros funcionarios como el Procurador y el Fiscal General.
De ahora en adelante, la única manera para restablecer en un futuro la reelección sería a través de un referendo o de una Asamblea Nacional Constituyente en la que los ciudadanos tomen esa decisión, pero no por iniciativa del Congreso o del presidente en ejercicio.
Pero como estamos en un país de “aviones” y de sinvergüenzas, quedó establecido en esta Ley que el vicepresidente tenga los mismos privilegios del presidente, aun sin ser jamás presidente, es decir una Ley exclusiva para Germán Vargas Lleras.
Otra medida ilegal, absurda e inconstitucional, que quedó en esta reforma es que a partir del 2018 los candidatos que ocupen la segunda posición en las elecciones a la presidencia, vicepresidencia, gobernaciones y alcaldías, tendrán el derecho de asumir un escaño en el Senado, la Cámara de Representantes, la Asamblea Departamental y el Concejo Municipal, respectivamente.
Es decir, votamos por una persona, pero extrañamente resulta elegida otra para un cargo al que nunca se presentó.
País de mierda…
Junio 6 de 2015