Con el objetivo de contribuir a la restauración de los ecosistemas del país, algunas de las empresas asociadas a la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI), se han sumado para participar de la estrategia de biodiversidad y desarrollo que busca proteger la conectividad del corredor de páramos de Chingaza, Sumapaz y Guachené, el cual, además de ser una zona estratégica para mitigar el impacto del cambio climático, garantiza la seguridad hídrica de la región de Cundinamarca.
Según el Ministerio de Ambiente, cada colombiano emite en promedio 4 toneladas de carbono (CO2) al año, por lo que aumentar este tipo de iniciativas es de gran importancia pues apoya la reducción sustancial de las emisiones, teniendo en cuenta que un solo árbol puede absorber entre 10kg y 30kg de CO2 al año, por lo cual, entre más hectáreas sembradas, se podrá generar un mayor impacto.
Es así como se han venido desarrollando diferentes iniciativas que buscan elevar la contribución del sector empresarial con las diferentes metas ambientales a nivel nacional, regional y mundial. Una de ellas ha sido la siembra de más de 1.200 árboles en cuatro reservas naturales ubicadas en los municipios de La Calera y Sesquilé, en la que se vincularon 15 empresas, las cuales desarrollan un ejercicio de creación de valor ambiental con sus colaboradores, brindándoles la oportunidad de conectarse con la naturaleza y más que sembrar un árbol, sembrar vida.
Claudia Sterling, vicepresidente legal y de asuntos corporativos de Cruz Verde, una de las compañías que se vinculó en este acuerdo regional en pro de la seguridad ambiental de la Sabana de Bogotá y sus áreas conexas, aseguró que “nuestro propósito es contribuir a reducir el impacto ambiental con estrategias de valor compartido que generen conciencia ambiental con el entorno, por ello, cuando conocimos esta iniciativa no dudamos en participar. Además, hemos extendido también este compromiso a nuestros stakeholders, a través de la entrega de más de 1.000 semillas para ser sembradas”.
En el marco del Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2, es preciso recordar que los bosques son los principales sumideros naturales de carbono, ya que a medida que los árboles crecen, absorben grandes cantidades de dióxido de carbono, que pueden llegar a representar hasta la mitad de su peso seco. Por esto, la importancia y la invitación a que cada vez más empresas se sumen a este tipo de iniciativas y generen acciones para reducir su huella de carbono.
Por Su parte, Yeison Montenegro, asistente técnico del Centro Nacional del Agua y la Biodiversidad de la ANDI, indicó, “con la siembra de estos árboles además garantizamos la regulación del ciclo hidrológico y la conectividad de estos ecosistemas, así como la provisión de alimentos y del hábitat que necesitan para subsistir tanto otras especies como la nuestra. Debemos saber que cerca del 70% del agua que consumen los bogotanos proviene del corredor de estos páramos, por esto la importancia de restaurarlos”.