Enormes trancones nuevamente colapsaron entrada a Bogotá en plan retorno
Miles de viajeros quedaron atrapados en infinitos trancones durante la tarde y noche del día festivo 21 de agosto. El llamado pico y placa regional se convirtió en un completo fiasco y un suplicio para los miles de viajeros que trababan de regresar a sus casas en Bogotá.
La congestión en las entradas a Bogotá hizo que, un viaje que normalmente, puede durar dos horas pasara a ser de hasta siete.
La Autopista Sur se convirtió en una trampa para el regreso de los viajantes, después del peaje de Chuzacá aquellos carros que transitaban por esta vía demoraran hasta siete horas desde Melgar hasta la capital.
“El trancón es impresionante. Venimos a menos 20 y para llegar a ese peaje me demore por lo menos unas dos horas a ese ritmo. Hay como 10 casetas de peajes y luego para seguir en el mismo trancón y hay dos o tres carriles de vías para cruzarlo”, relató una conductora afectada.
La misma situación se vio replicada en la entrada por Mondoñedo, al occidente de Bogotá, donde el peaje no dio abasto para los vehículos que se dirigían hacia la calle 80.
Por Indumil, vía interna de Soacha, del desespero por los largos trancones y las congestiones en este punto, hizo que varios conductores infringieran las normas de tránsito y comenzaran a transitar en contravía, arriesgando la seguridad vial. Los habitantes de Hogares Soacha, Parques y Ciudad Latina fueron los más perjudicados ya que los carros de los viajeros les dificultó entrar a sus respectivos barrios.
“Está pesado. Llevamos como dos horas en el peaje quieto, no se mueve”, “terrible, llevo dos horas de tráfico desde Soacha”, “tengo seis horas de estar acá, la gente se está desesperando”, “todo está trancado”, dijeron algunos conductores.
Las calles de algunos barrios de Soacha fueron tomadas por decenas de vehículos cuyos conductores histéricos hacían sonar sus bocinas en protesta por la mala diligencia de las autoridades.