En Soacha definitivamente se siente uno más seguro que en esos lugares, es muy concurrida y animada en contraste con el desolado sentimiento de abandono del barrio Santa Fe.
Hoy volví a Soacha, tomando el TransMilenio una vez más todo el camino hacia el sur, pero esta vez solo, hasta que conocí a Cesar. Luego cogimos un autobús al centro de Soacha, la actual zona urbana construida de Soacha como opuesta a la zona de los barrios pobres.
Pasamos por la misma plaza donde los asesinos a sueldo de Pablo Escobar asesinaron a un candidato liberal para las elecciones presidenciales a principios de los años noventa. Soacha es una de las zonas más peligrosas de Bogotá y sus alrededores, aunque los barrios Santa Fe y la Perseverancia donde se encuentran los proyectos de personas sin hogar son las más peligrosas. En Soacha definitivamente se siente uno más seguro que en esos lugares, es muy concurrida y animada en contraste con el desolado sentimiento de abandono del barrio Santa Fe.
Pronto llegamos a la Universidad, una Universidad privada propiedad de una organización sin ánimo de lucro, que cobra sólo 1 millón de pesos por semestre de 6 meses. Alrededor de £ 250 libras. Hay un montón de universidades públicas en Colombia que son totalmente gratis, sin embargo, estas son increíblemente difíciles de conseguir porque básicamente funcionan como las escuelas de gramática en Inglaterra en el sentido de que se paga a través de la matrícula para ingresar a ellas.
Las mejores universidades son las privadas que cobran mucho más y, por lo tanto, están fuera del alcance de los más pobres.
Cesar y yo enseñábamos inglés conversacional y las clases de 3 horas y quince minutos seguían el mismo patrón. Nos presentaríamos y luego contaría la misma historia de mi viaje a Salento, centrándome en el Valle de Cocora y mostrando algunas fotos de mi cámara. La historia siempre sería la misma y luego les haríamos un conjunto de preguntas para ver cuánto lo siguieron y lo recordaron, centrándose principalmente en la pronunciación de palabras difíciles.
Fue intenso y realmente tuve que concentrarme en hablar lo más lento y claro posible, ya que los colombianos realmente no entienden el acento británico en absoluto – aprenden inglés americano. Pero también fue muy agradable y encontré un uso para mi gramática interna Nazi (y sus amigos la pronuncian Nazi) perfeccionando las diferencias de pronunciación entre el heart y hurt, mud y mood, bug y bag y el muy confuso Bird, Beard, Bear y Beer. Realmente uno comprende que la pronuncia es para muchos el aspecto más difícil de la lengua inglesa, ya que hay muy poca lógica para ello y las palabras que parecen muy similares, como beard y bear se pronuncian muy diferente.
La palabra Bird (pájaro) entretanto es particularmente difícil para los hispanohablantes debido a su sonido r difícil – la enorme diferencia entre un r en español donde se habla desde detrás de los dientes y un r en Inglés donde es desde el techo les parece una pronunciación de gran dificultad.
Sigue siendo una experiencia muy interesante. El proyecto sólo ha pasado tres semanas pero cada estudiante debe ir a las clases ya que las lecciones de inglés son obligatorias en Colombia. Esperemos que más gente comience a venir ya que una de las clases tenía sólo tres personas, y la gran mayoría eran muy tímidos, comprensiblemente. De todas formas.
Adiós